El 'κυριος' de Romanos 10:13 y el Nombre Divino
Como iré demostrando a lo largo de este análisis[1], el apóstol Pablo en
reiteradas ocasiones ha usado el Antiguo Testamento (AT en adelante) al
citarlas para, de alguna manera, presentar el evangelio a los judíos y gentiles.
El uso que da Pablo a las Escrituras Hebreas ha llamado la atención al círculo
académico actual. En varios de sus escritos, Pablo parece citar el AT donde el
referente allí es claramente YHWH. En este presente estudio me centraré en
Romanos capítulo 10 y su contexto tanto textual, cultural e histórico pero cuyo
objetivo buscará entender específicamente el versículo 13. El v.13 es la cima
de un profundo discurso sobre la salvación al invitar a “invocar el nombre” (ἐπικαλέσηται τὸ ὄνομα)
del “Señor” (κύριος); único título según todos los manuscritos más antiguos de Romanos. Este
pasaje es una cita directa de Joel 2:32 (3:5 LXX) el cual alienta literalmente
a invocar el nombre personal de Dios, YHWH. La ambigüedad a la hora de entender
Romanos 10:13 recae en determinar la identidad del “Señor”, esto por motivos
teológicos. En los manuscritos más antiguos del Nuevo Testamento (NT)
encontramos solo el título “Señor” incluso cuando se cita pasajes del AT donde aparece
originalmente el Tetragrámaton. Si bien creo que existe buenas razones y/o
evidencia para afirmar que en los autógrafos del NT estuvo escrito el Tetragrámaton[2], a lo que corresponde, no
podemos ser dogmáticos en ciertos casos. Romanos 10:13 es aquel pasaje donde
esta dificultad será puesta bajo análisis. El mismo texto de Joel también es
citado en Hechos 2:21 y, de la misma manera, tendrá su apartado analizándolo.
La profesión de Jesús como “Señor” en las epístolas paulinas
A medida que la conversión de judíos y gentiles al
cristianismo avanzaba, los escribas, tradujeron el Tetragrámaton con el
sustituto abreviado ΚΣ (κύριος) y a
veces ΘΣ (θεός)[3]. Desde entonces, la distinción entre el “Señor Dios” y el “Señor
Jesucristo” ya no era fácil identificar al compartir ambos el mismo título κύριος y, como se sabe, este tipo de cambios
“apuntan a una fecha posterior a la aparición del cristianismo primitivo”[4]. Con lo anterior en mente,
es evidente que Pablo aplica el título κύριος a Jesús en varias ocasiones, de hecho, parece ser que usa este título
para elevar a la figura de Jesucristo a un grado de preeminencia para el
naciente cristianismo. En los siguientes pasajes vemos como el apóstol centra a
Jesús como el “Señor” como una profesión importante de fe para los cristianos (NTV[5]):
Romanos 10:9[6]: |
Si declaras abiertamente que
Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos,
serás salvo. |
1 Corintios 12:3[7]: |
y nadie puede decir que Jesús
es el Señor excepto por el Espíritu Santo. |
Filipenses 2:11[8]: |
y toda lengua declare que Jesucristo
es el Señor para la gloria de Dios Padre. |
Además,
en una ocasión dijo en su primera epístola a los corintios que Dios “los hizo
santos por medio de Cristo Jesús, tal como lo hizo con todos los que en todas
partes invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo” (1:2 NTV, énfasis
añadido). Parece ser claro que los primeros cristianos ya tenían una idea de lo
importante que era “invocar” el nombre del “Señor Jesucristo”.
Esta elevada cristología de Pablo se refleja cuando usa expresiones,
pasajes o títulos que originalmente eran en referencia a YHWH en el AT, pero ahora
siendo aplicadas a Jesús en el NT. De hecho, hasta cierto punto parece ser que
el apóstol rebaja al Dios del AT para realzar a Jesús en relación con su rol
salvífico. Esto es evidente, por ejemplo, al ver que la expresión escatológica
“Día del Señor” (1 Tes. 5:2; 2 Tes. 2:2) es el esperado “Día de YHWH” (יוֹם יהְוהָ) citado del
AT[9]. Pero para el apóstol ahora
este “Día del Señor” también es el día del Señor Jesús[10] (1 Cor. 1:8, 5:5, 2 Cor.
1:14, Fil. 1:6, 10, 2:16). Ante esto, no debemos pensar que el apóstol confunde
al “Señor Dios” con el “Señor Jesús” (1 Cor. 8:6; Ef. 4:6), más bien pareciera
que actualiza el AT para darle un nuevo significado. Pero, ¿por qué? ¿Es esto
posible? La verdad es que sí es posible si tomamos en cuenta el tipo de
educación que recibió Pablo, los métodos exegéticos que existían para aquel
entonces y su contexto cultural.
Método
exegético paulino
En los
primeros años del siglo I la tradición rabínica empleó métodos exegéticos para
la interpretación de las Escrituras las cuales también se hallan a lo largo de
todo el NT; se pueden clasificar de la siguiente manera[11]: 1) Interpretación
Literal[12], 2) Interpretación
Midráshica, 3) Interpretación Pesher[13], y 4) Interpretación Alegórica[14] . El principal método de
interpretación judía es el midrash. La palabra midrash (מדרש) viene del
término hebreo דרשׁ (darash[15]), el cual se traduce por “estudio”
o “interpretación”. El midrash es el método de interpretar la Torá, “también viene a designar más específicamente el resultado de la
interpretación o los escritos que contienen interpretación bíblica”[16].
Adicionalmente, los rabinos usaban su conocimiento filológico para
explicar un pasaje de la Escritura por otro, esto, con el objetivo de
“actualizar la Torá y justificar una costumbre recurriendo a las Escrituras”[17], escribe Guillemette y
Brisebois. El midrash se basa en las conocidas reglas de Hillel (fallecido
alrededor del 20 d.C.) el cual contenían un conjunto de 7 técnicas hermenéuticas
llamadas middot (“reglas”)[18] y consideradas las más
antiguas en comparación con otras[19]. Como el apóstol Pablo
recibió una educación superior de tipo rabínico[20], entonces podemos esperar
que use su conocimiento junto con sus técnicas exegéticas para predicar a Cristo
como el Mesías y Salvador a los judíos y gentiles. Como reconoce la Pontificia
Comisión Bíblica:
Pablo utiliza esas técnicas con una frecuencia especial, particularmente
en sus discusiones con adversarios judíos instruidos, sean o no cristianos. A
menudo se sirve del método para combatir posiciones tradicionales en el
judaísmo o para exponer puntos importantes de su propia doctrina[21].
Vemos en
las epístolas del apóstol que ciertas reglas de Hillel se aplican[22], por ejemplo, el qal wa-homer (1ra regla) (Rm. 5:15,17; 2 Cor. 3:7-11) y
gerezah shawah (2da regla) (Rm. 4:1-12; Gál. 3:10-14). El uso que da Pablo de
métodos exegéticos es variado, pues, a lo largo de todas sus epístolas es
notable que el apóstol usa tanto midrash como pesher[23]. Después de todo, el midrash
vendría a ser una exposición de un pasaje bíblico en el caso del apóstol Pablo.
Entender lo que realmente es el midrash es la pieza clave para comprender el
punto central del presente estudio. De acuerdo con Renée Bloch, quien nos aclara
el significado, el midrash “designa un género edificante y explicativo
estrictamente relacionado con la Escritura, en la que la porción de
amplificación es real pero secundaria y siempre permanece subordinada a lo
esencial”, teniendo un “fin religioso, que es el de valorizar más plenamente la
obra de Dios, la Palabra de Dios”[24]. Basándome en Bloch más
adelante[25],
puedo definir un grupo de características esenciales que hacen de este método,
en efecto, midrash:
1)
Toma la Escritura como punto de
partida (característica fundamental del género).
2) De carácter homilético (i.e., exposición, discurso, o predicación
pública).
3) Estudio cuidadoso del texto (escudriñar el texto para extraer los puntos
importantes que se quieren transmitir).
4) Adaptación al presente (porque el objetivo del midrash no es puramente
teórico, sino práctico. Se extrae las lecciones que subyacen en el texto
bíblico y las “actualizan” para la vida religiosa de los creyentes).
Por lo
tanto, como ya se mencionó anteriormente, Pablo hace uso de este conjunto de
métodos exegéticos en su obra de evangelización a lo largo de Asia Menor y Europa.
Sin embargo, cabe destacar que en ocasiones el apóstol “va más allá de las
reglas de Hillel”, comentan Guillemette y Brisebois; explican más adelante:
Para hacer inteligible cada palabra y cada versículo, para hacer que
toda la Escritura sea coherente y su mensaje sea aceptable y significativo para
sus contemporáneos, los rabinos emplearon el midrash. Esta palabra tiene varios
significados, pero en exégesis significa la búsqueda de un significado que va
más allá del simple significado literal de un texto. Este es el significado
profundo que se puede extraer de este texto y también es la explicación que se
puede dar. Por tanto, es una especie de paráfrasis o comentario del texto
bíblico. Estos comentarios se han vuelto populares e inseparables de este texto[26].
Que el
apóstol “reactualice” el mensaje del AT no nos debería sorprender si recordamos
que él tuvo una educación rabínica[27], fue inspirado (1 Cor.
7:40) y cuyos profundos conocimientos sirvieron para la conversión y
predicación a judíos instruidos[28], paganos e individuos de
talla intelectual respetable (Hch 17:11-34). La fineza de Pablo al utilizar el
texto del AT para sus propósitos resulta admirable, y bajo el contexto en el
que se encontraba utilizó el AT para cristificarlo. De hecho, es lo que vemos a
lo largo de su epístola a los Romanos, a saber, el uso del midrash para su
predicación. Teniendo todo esto en mente podemos proceder a nuestro estudio
central: Romanos 10:13.
Romanos 10
y las técnicas exegéticas de Pablo
Romanos
10:13 se ubica dentro del mensaje principal que trasmite Pablo entre los
capítulos 9-11. En ellos el apóstol hace mención de Israel y la salvación que
viene a través de Cristo. Por ejemplo, en 9:30-31 leemos cómo Pablo contrasta
la justicia que es por las obras de la ley con la justicia que viene por la fe.
Si extendemos nuestra lectura hasta el capítulo 10 leeremos que toda la
predicación de Pablo (10:1-21) radica en demostrar a los judíos que Cristo es
el fin de la ley, y que la salvación sólo puede ser alcanzada a través de la
profesión de fe en Jesús. Para ello, Pablo construye su discurso con citas las
cuales tiene un dominio fino:
NT |
AT |
Levítico 18:5 |
|
Romanos 10:6-8 |
Deuteronomio 9:4; 30:12-14 |
Romanos 10:11 |
Isaías 28:16 |
Romanos 10:13 |
Joel 2:32 |
Romanos 10:15 |
Isaías 52:7 |
Romanos 10:16 |
Isaías 53:1 |
Romanos 10:18 |
Salmo 18:5; 19:4 |
Romanos 10:19 |
Deuteronomio 32:21 |
Romanos 10:20 |
Isaías 65:1 |
Romanos 10:21 |
Isaías 65:2 |
Para
entenderlo aún mejor, el apóstol dice en el v.4 (RVA-2015): “Porque el fin de
la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree” (τέλος γὰρ νόμου Χριστὸς εἰς δικαιοσύνην παντὶ τῷ πιστεύοντι). En
efecto, la nueva idea que predicará es que para ser “justificados” o “aprobados
por Dios” (PDT[29])
debemos creer en Cristo, siendo este el fin de la ley.
En el siguiente verso (v.5) Pablo empieza su prédica citando a Levítico
18:5 (c.f Ez. 20:11; Neh. 9:29), texto del AT que, curiosamente, posee una
visión totalmente diferente para la justificación: es la Ley de Moisés
el único fundamento para la salvación[30]. Según Robert Jewett, lo
que hizo Pablo al inicio fue enfatizar “la premisa tradicional judía de que
Israel estaba obligado a vivir según la ley. Esto establece el escenario para
el pesher[31],
que reinterpreta los textos posteriores a la luz del principio ‘por fe’. Por lo
tanto, muestra que la ley misma apunta a la fe en Cristo y no proporciona
ningún fundamento para la justificación por las obras”[32]. En otras palabras, Pablo
usa un texto del AT donde enseña que la justificación se obtiene al observar la
Ley, pero lo aplica ahora para decir que es a través de la fe en Cristo que
somos justificados (v.4-5). Prácticamente “reinterpretó”, “actualizó” o
“cristificó” el texto.
Luego, para ser más claro con su mensaje, extenderá su explicación junto
con sus conocimientos de prédica rabínica. Desde el v.6-8 cita Deuteronomio
(9:4; 30:12-14) el cual contiene la idea de descenso/ascenso, esto, asociándolo
con la descensión de Jesús del cielo y su ascensión desde el “abismo” de la
muerte:
Romanos 10:6-8
(RVA-2015) |
Deuteronomio
9:4; 30:12-14 (RVA-2015) |
6 Pero la justicia que es por la fe dice así: No digas en tu corazón, “¿Quién subirá al cielo? (esto es, para hacer descender a Cristo) |
9:4
Cuando el SEÑOR tu Dios los haya echado de delante de ti, no digas en tu corazón: ‘Por
mi justicia el SEÑOR me ha traído para tomar posesión de la tierra’. Porque
por la impiedad de estas naciones es que el SEÑOR las echa de tu presencia.
30:12 No
está en el cielo, para que digas: ¿Quién subirá por nosotros al cielo, y
nos lo traerá y nos lo representará, para que lo cumplamos? |
7 ni “¿Quién
descenderá al abismo? (esto es, para hacer subir a Cristo
de entre los muertos) |
30:13 Tampoco está al otro lado del mar, para que digas: ‘¿Quién
cruzará el mar por nosotros y lo tomará para nosotros, y nos lo hará
oír, a fin de que lo cumplamos?’ |
8 Más
bien, ¿qué dice?: Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta
es la palabra de fe que predicamos: |
30:14
Ciertamente muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para
que la cumplas. |
Los
pasajes citados de Deuteronomio explican figurativamente que no hay necesidad
de llegar al cielo o cruzar el mar para encontrar la Ley ya que su alcance está
para todos los creyentes. Note cuidadosamente que Pablo ha aplicado el método
exegético por analogía (gerezah shawah):
1)
¿Subir al cielo para
obtener la Ley? (Dt. 30:12), o más bien, “para
hacer descender a Cristo” (Rm. 10:6);
2) ¿Descender al abismo para buscar la Torá?
(Dt. 30:14), o más bien, “para hacer subir a Cristo de entre los muertos” (Rm.
10:7).
Sin
embargo, la analogía aplicada en el v.7 con Dt. 30:13 (“¿Quién descenderá al abismo?
. . . para hacer subir a Cristo de entre los muertos”) lo hace a través
de un juego de palabras. La LXX vierte literalmente “más allá del mar” (πέραν τῆς θαλάσσης), mientras
que el apóstol utiliza la expresión “descender al abismo” (καταβήσεται εἰς τὴν ἄβυσσον). ¿Por qué esta diferencia? John Strazicich
sugiere la buena posibilidad de que Pablo se basó en lecturas y tárgums judíos
donde la idea de “descender al Abismo” se lee como interpretación de
Deuteronomio 30:13; esto vemos en el Tárgum de Neofiti[33] (vea la nota). De ser
así, esto demostraría que Pablo no tuvo problemas en hacer la conexión
semántica entre “mar” / “abismo” (θάλασσα/ἄβυσσος) al mezclar la
cita del LXX con lecturas judías por motivos evangelísticos. Además de esto, es
curioso cómo el apóstol aplica en el v.6 la técnica retórica de
“personificación” al decir: “Pero la
justicia que es por la fe dice…”. De esta manera personifica a la “justicia por
la fe” ya que esta “dice” (habla) y procede a “citar” los 4 pasajes de Deuteronomio
(9:4; 30:12-14). La apertura de este verso inicia con “pero” (δὲ), esto “indica un cambio de orador de
Moisés a la Justicia personificada por la Fe”[34], comenta Jewett. Más
adelante añade:
En lugar de un “contraste con Moisés”, que socavaría la validez de la premisa
de que la ley debe cumplirse y contrarrestaría la tesis de [Romanos] 9:6 de que
la palabra de Dios no ha fallado, el cambio de voz corrobora la antítesis entre
el celo equivocado de [Romanos]10:2 y la intención de la revelación mosaica.
Para demostrar que la justicia por la fe es coherente con las Escrituras, la
voz de la Justicia por la Fe cita pasajes del Deuteronomio que repudian los
esfuerzos por introducir al mesías mediante campañas de celo. El efecto
retórico del pesher se ve así reforzado porque no es la voz de Pablo la que
reinterpreta los pasajes del AT, sino el personaje bíblico llamado Justicia por
la Fe[35].
Admirablemente
el apóstol hace esta sutil personificación que da fuerza a su argumento y
mensaje que quiere transmitir[36]. De esta manera, ahora Pablo
procede a añadir otra sutil, pero efectiva, técnica para reinterpretar la
Escritura: cuando agrega “esto es” (τοῦτ’ ἔστιν) después de “citar”
cada pasaje de Deuteronomio (e.g., v.6: “¿Quién subirá al cielo? esto es, para hacer descender a Cristo”) para
explicar la nueva enseñanza. El característico “esto es” (τοῦτ’ ἔστιν) se asemeja mucho al estilo exegético pesher de la literatura del
Qumran que, de la misma manera, con su sentido escatológico, reinterpreta un
texto profético iniciando con “‘la interpretación de esto es’, ‘esto se
refiere’, o ‘esto significa’”[37].
Si aplicamos los cuatro criterios que definí anteriormente (páginas 5-6),
entonces estamos ante un claro midrash. Adicionalmente, notemos que los pasajes
que extrae Pablo del AT aplicaban solo al pueblo judío, pues, el texto
originalmente declaraba que el mandamiento (la Ley) no estaba en el cielo ni en
las profundidades del mar para el creyente judío. Pero, sorpresivamente, aquí
Pablo inserta a Cristo forzando su significado, de alguna manera podemos
decir, entonces, que su significado se ha amplificado. También son los gentiles
insertados junto con los judíos, ya que ahora no solo los judíos son los
que pueden obtener la salvación (que antes era por medio de la Ley y para el
pueblo judío solamente), sino que ahora es la humanidad entera quien puede
salvarse por medio de Cristo.
Sin duda, una “actualización” del texto al nuevo contexto religioso y,
de nuevo, un claro midrash. No olvidemos que en el v.8, según lo cita Pablo, la
Ley está en la boca y el corazón de los israelitas obedientes (Dt.
30:14), sin embargo, el apóstol conectará Dt. 30:14 y aclarará el propósito de
esta cita en los v.9-10. Su introducción inicia desde la parte final del
v.8 (Esta es la palabra de fe que predicamos:):
Romanos
10:9-10 (RVA-2015) |
Romanos
10:6-8 (RVA-2015) |
9 que si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y si
crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo. 10
Porque con el corazón se cree para justicia, y con la boca se hace confesión para salvación. |
6 Pero
la justicia que es por la fe dice así: No
digas en tu
corazón, “¿Quién subirá al cielo? (esto es, para hacer descender a Cristo) 7 ni
“¿Quién descenderá al abismo? (esto es, para hacer subir a Cristo de entre los muertos) 8
Más bien, ¿qué dice?: Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta
es la palabra de fe que predicamos: |
El objeto la profesión de fe es doble: “Jesús es el Señor” y “Dios lo
levantó de entre los muertos”. El v.9 va en
línea con la interpretación ya expuesta en Rom. 10:6-8 y basada en Dt. 30:12-14
(como lo muestro arriba en la tabla), mientras que el v.10 permanece
subordinada esencialmente a la misma. También, en el v.10 Pablo pone la
“justicia" en paralelo con la “salvación” siendo evidente que hace un uso
muy amplio del término “justicia”. Por
otro lado, si avanzamos al siguiente versículo, a saber, el v.11, veremos
nuevamente un llamativo, pero fino uso de las Escrituras por parte de Pablo al
citar Isaías 28:16. En este pasaje el referente es clara y directamente YHWH.
Romanos 10:11 dice (RVA-2015):
[…] Todo aquel que cree en él no será
avergonzado.
Pero ahora notemos lo que hace el apóstol si comparamos su “cita” con la
LXX:
Pablo: πᾶς ὁ πιστεύων ἐπ’ αὐτῷ οὐ καταισχυνθήσεται.
LXX: καὶ ὁ πιστεύων ἐπʹ αὐτῷ οὐ μὴ καταισχυνθῇ.
Es
notable que hay una diferencia entre las palabras de Pablo con lo que dice
textualmente la LXX al inicio. Claramente el apóstol omite la conjunción “y” (καὶ [LXX]) y agrega o lo reemplaza con “todo”
(o “cualquiera”) (πᾶς) en su epístola. En palabras de Ross Wagner, en esta “cita de Isaías
28:16, Pablo añade la palabra πᾶς. Este es un
claro ejemplo de una modificación deliberada del texto por Pablo” y en la nota
a pie de página agrega, los “factores contextuales que motivan la modificación
de Pablo de Isaías 28:16 en Romanos 10:11 son tan grandes
que prácticamente descarta el uso de un texto variante como fuente del πᾶς”[38]. Rotundamente
podemos decir que el apóstol modifica la cita “deliberadamente” ya que él cita
este mismo pasaje de Isaías (28:16) en Romanos 9:33, pero allí lo hace
textualmente sin modificación alguna[39]. Pues, πᾶς vendría a ser la apertura del mensaje
vivificador de Cristo el cual será escuchado “hasta los confines de la tierra”
(v.18).
En definitiva, la “cita” que hace Pablo de Isaías 28:16 ahora adquiere
un nuevo significado, ¿de qué manera? El texto del AT literalmente animaba a
“creer en él” (=YHWH) pero ahora Pablo lo actualiza[40], a saber, “creer en él”
(=Jesús). En otras palabras, el apóstol transfiere el “creer en él” (ἐπ’ αὐτῷ) del AT al nuevo contexto religioso: siendo ahora a través de la fe en
Jesús que somos salvos. Este cambio de rumbo es fundamental. De nuevo, ya no es
la Ley la que está en la “boca” y en el “corazón” del creyente, porque ahora es
Cristo quien está en el “corazón” siendo su “boca” la que proclama: “Jesús es
el Señor” y “Dios lo levantó de entre los muertos” (v.9-10). En el v.12
el referente no cambia (RVA-2015):
Porque no hay distinción entre judío y griego, pues el mismo que es
Señor de todos es rico para con todos
los que lo invocan.
Este
pasaje va en línea con el pensamiento y entendimiento del apóstol que también
vemos reflejado en sus otras epístolas: sólo hay un Dios, el Padre (Rom. 3:30: εἴπερ εἷς ὁ θεὸς; cf. 1 Cor. 8:6: εἷς θεὸς ὁ πατὴρ), y un solo Señor, Jesús (Ef.
4:5, 1 Cor. 8:6). Tomando en cuenta que desde los v.6-11 el “Señor” claramente
es Jesús, por tanto, podemos deducir que en el v.13 el referente sigue siendo
el mismo, a saber, Jesús, el “Señor” el cual todos debemos “invocar” para ser
salvos (cf. 10:9). Bajo los criterios exegéticos del apóstol no sorprendería
que la cita del v.13 se tome de un texto profético tan relevante como lo es
Joel 2:32 (3:5 LXX) y luego sea transferido al contexto y al tiempo de Pablo en
favor del nuevo “Señor” como Salvador en el contexto cristiano. Notemos esto
desde los pasajes que rodean Romanos 10:13 (v.9-14) (RVA-2015):
9 que si confiesas con tu boca
que Jesús es el Señor y si
crees en tu corazón que Dios lo levantó
de entre los muertos, serás salvo.
10 Porque con el
corazón se cree para justicia, y con la boca se hace confesión para salvación. 11 Porque la
Escritura dice: Todo aquel que cree en él no será avergonzado. 12
Porque no hay
distinción entre judío y griego, pues
el mismo que es Señor de todos es rico para con todos los que lo invocan.
13 Porque
todo aquel que invoque el nombre
del Señor
será salvo. 14
¿Cómo, pues, invocarán a aquel
en quien no han creído? ¿Y cómo
creerán a aquel de quien no han
oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?
Es
claro, por lo tanto, que en Romanos 10:13 la actualización que da Pablo
anima a todas las personas (“judío y griego”) a escuchar el evangelio y
reconocer a Jesús como “Señor”. El v.13 transfiere los elementos escatológicos del
libro del profeta Joel, de esta manera, la salvación está aún más estrechamente
relacionado con el nombre de Jesús (Pablo acaba de enfatizar que hay un “Señor de
todos” en el v.12). Además, vemos otra característica relevante desde los
versos 10-13, o sea, una serie de frases (conectadas) que comienzan con
“porque” (γὰρ) conduciendo
el paso a su clímax en 10:13. Esta progresión retórica lo ilustro de la
siguiente manera:
v.10: Porque [γὰρ] con el corazón se cree…
v.11: Porque [γὰρ] la Escritura dice…
v.12: Porque [γὰρ] no hay distinción…
v.13: Porque [γὰρ] todo aquel que invoque…
Claramente
cada pasaje está subordinado y conectado a la otra con la conjunción γὰρ. Incluso en la cita que hice de los v.9-14 enfatizo
esta conjunción con color morado. Como reconoce acertadamente Kavin Rowe, “esta
progresión (i) recuerda la súplica inicial de Pablo en 10:1, (ii) recoge los
cuatro usos de γὰρ (10:2, 3, 4, 5) que preceden a la relectura [cristológica] de Pablo del
Deuteronomio, y (iii) profundiza en el ‘serán salvados’ (σωθήσῃ) de 10:9 (cf. en 10:10) incluso cuando (iv) presiona con fuerza
retórica hacia la cita culminante de Joel 3:5 en 10:13”[41].
El primer γὰρ del v.10 es una
explicación de los verbos usados en el versículo anterior, a saber, el v.9[42]. En el segundo γὰρ del v.11 es donde se cita Isaías 28:16, el
cual también se citó en 9:33 cómo lo demostré anteriormente. Si Jesús es el
referente de la cita de Isaías 28:16 en 9:33, es probable que él también sea el
referente en 10:11. Pues, “las citas en Romanos 9:33 y 10:11 no mencionan a
Jesús, pero el pronombre usado (ἐπ’ αὐτῷ) en 10:11
encuentra un antecedente probable en el contexto inmediato”[43]. En el tercer γὰρ el apóstol “vincula la universalidad del
evangelio con el Señorío universal de Jesús”[44] como introducción para el
pasaje siguiente. Por lo tanto, desde el cuarto γὰρ, “al unir los dos temas de la universalidad
del evangelio y el Señorío de Jesús, prepara al lector para la conclusión
retórica en 10:13. No puede haber duda de que el κύριος en 10:12b se refiere a Jesús: ‘Porque el mismo (Señor) es Señor de
todos’”[45].
No cabe duda que en Romanos 10:13 es Jesús el referente cómo “Señor” de
quien su nombre debemos invocar. Esta es la nueva profesión cristiana para la
salvación. Así como fue YHWH el “Salvador” para el pueblo judío, ahora este título
es transferido a Jesús como el “Salvador” para toda la humanidad, pues, “no hay
distinción entre judío y griego” (=universal). Este
era el nuevo evangelio que estaba predicando el apóstol Pablo siendo Jesús el midrash
de YHWH. Como es bien sabido, el apóstol tenía clara la diferencia entre el κύριος Jesús y YHWH, pero también estaba bastante convencido
de que Jesús es la imagen de Dios (Col. 1:14; 2 Cor. 4:4; Heb. 1:3) y a veces
intercambiaba ambas figuras de acuerdo a sus intenciones retóricas y al contexto
en el que se encontraba; Romanos 10:13 cumple con las condiciones (según el
contexto) para que el midrash sea aplicado, así como también los demás pasajes
que anteceden del v.13. Todo lo anterior en conexión con el nuevo papel de
Jesús como Mesías entronizado y Salvador en el contexto cristiano. James D.G.
Dunn nos explica Romanos 10:13 de la siguiente manera (énfasis añadido):
Dado que Pablo acaba de subrayar la confesión “Jesús es el Señor”
(10.9), sería sorprendente que no quisiera que sus lectores entendieran que el
“Señor” de 10.12 y 13 es también Jesús. “Creer en él” (10.11) equivale
evidentemente a “invocar su nombre” (10.12). Así que el Señor cuyo nombre se
invoca en 10.13 difícilmente podría ser otro que el Señor Jesús. Pero en 10.13
se cita a Joel 2.32 (3.5 en hebreo), donde se prevé que el remanente de Israel
invoque a Dios. Ahora se prevé que el Señor Jesús cumpla el papel del Señor
Dios. En resumen, Pablo no parece haber tenido reparos en transferir el papel
de Dios en la salvación escatológica a Jesús resucitado[46].
πᾶς ὃς ἐὰν ἐπικαλέσηται τὸ ὄνομα κυρίου σωθήσεται en Hechos 2:21
Hechos
2:21 es otro pasaje donde se cita a Joel 2:32. Al inicio del capítulo se narra que
en una ocasión “los creyentes estaban reunidos en un mismo lugar” en el día del
Pentecostés (v.1 NTV) y de repente todos se llenaron de espíritu Santo al
empezar a hablar en lenguas (v.3-4). Después del gran ruido producido por este
milagro muchos residentes de la zona de diversas razas, lenguas y etnias se
acercaron al lugar donde estaban reunidos los cristianos e inmediatamente se
dieron cuenta que estos estaban hablando en su idioma materno, algo difícil de
creer para aquel momento (v.6-12). Ante este escándalo Pedro se hizo presente
ante la multitud explicando lo que estaba sucediendo (v.14-15), al decir que lo
que estaba sucediendo era el cumplimiento de lo que una vez dijo el profeta
Joel (v.16). Y finalmente procederá a citar Joel 2:28-32 textualmente para
relacionarlo con el cumplimiento que estaba sucediendo en ese preciso momento (v.17-21).
Cito desde los v.16-36 (NVI[47]):
16 En realidad lo que pasa es lo
que anunció el profeta Joel: 17 “Sucederá que en los últimos días —dice Dios—, derramaré mi
Espíritu sobre todo el género humano. Los hijos y las hijas de ustedes
profetizarán, tendrán visiones los jóvenes y sueños los ancianos. 18
En esos días derramaré mi Espíritu aun sobre mis
siervos y mis siervas, y profetizarán. 19 Arriba en el cielo y abajo en la tierra mostraré prodigios
sangre, fuego y nubes de humo. 20 El sol se convertirá en tinieblas y la luna en sangre antes
que llegue el día del Señor, día grande y esplendoroso. 21 Y todo el que invoque el nombre
del Señor será salvo”. 22
Pueblo de Israel, escuchen esto: Jesús de Nazaret fue un hombre acreditado por Dios ante
ustedes con milagros, señales y prodigios, los cuales realizó Dios entre ustedes por medio de él, como bien
lo saben. 23 Este fue entregado según el determinado propósito
y el previo conocimiento de Dios; y,
por medio de gente malvada, ustedes lo mataron, clavándolo en la cruz. 24
Sin embargo, Dios lo resucitó, librándolo de las angustias de la
muerte, porque era imposible que la muerte lo mantuviera bajo su dominio. 25
En efecto, David dijo de él: “Veía yo al Señor siempre delante
de mí, porque él está a mi derecha para que no caiga. 26
Por eso
mi corazón se alegra, y canta con gozo mi lengua; mi cuerpo también vivirá en
esperanza. 27 No dejarás que mi vida termine en el sepulcro; no
permitirás que tu santo sufra corrupción. 28 Me has dado a
conocer los caminos de la vida; me llenarás de alegría en tu presencia”. 29
Hermanos, permítanme hablarles con franqueza acerca del patriarca David, que
murió y fue sepultado, y cuyo sepulcro está entre nosotros hasta el día de hoy.
30 Era profeta y sabía que Dios
le había prometido bajo juramento poner en el trono a uno de sus descendientes.
31 Fue así como previó lo que iba a suceder. Refiriéndose a
la resurrección del Mesías, afirmó que Dios
no dejaría que su vida terminara en el sepulcro, ni que su fin fuera la
corrupción. 32 A este Jesús, Dios
lo resucitó, y de ello todos nosotros somos
testigos. 33 Exaltado por el poder de Dios, y habiendo recibido del Padre el
Espíritu Santo prometido, ha derramado esto que ustedes ahora ven y oyen. 34
David no subió al cielo, y sin embargo declaró: “Dijo
el Señor [YHWH] a mi Señor: Siéntate a
mi derecha, 35 hasta que
ponga a tus enemigos por estrado de tus pies”. 36 Por
tanto, sépalo bien todo Israel que a este Jesús, a quien ustedes crucificaron, Dios lo ha hecho Señor y Mesías».
En
primera instancia vemos como Pedro tiene y hace clara la distinción entre el
Señor Dios y el Señor Jesús, e.g., al citar el Salmo 110:1 en los v.34-35,
Salmo el cual se aplica como la exaltación del Mesías a la “derecha” de YHWH
como “Señor”. Podemos ser bautizados en el nombre de Jesús (v.38-42) e invocar
su nombre (v.21) para la salvación porque, de esta manera, reconocemos que “Dios le ha hecho [a Jesús] Señor y Mesías” (v.36). Así, la interpretación de Pedro de Joel
2:32 distingue a Jesús de Dios e identifica el Señorío de Jesús como algo
otorgado por Dios, esto, también en conexión con citado Salmo 110:1[48]. Lo que hace Pedro es muy
similar a lo que hace Pablo, pues, vemos en el v.27 que Pedro transfiere la
historia explicando que desde que David había muerto y no había resucitado,
había visto la corrupción, y por lo tanto no estaba profetizando sobre sí
mismo, sino sobre la resurrección de Jesús (v.31-32). En vista de todo lo
anterior mencionado, James D.G Dunn acertadamente
comenta sobre Hechos 2 y el uso de “Señor” (énfasis añadido):
En el pasaje de Joel, “el
Señor” es Dios. Pero en el contexto del sermón, sobre todo teniendo en cuenta
su clímax (2.34-36), “el Señor” debe entenderse presumiblemente como el Jesús
exaltado (cf. I Cor. 1.8; Fil. 1.6, 10). En cuyo caso (como en Rom. 10.9-13)
podría tratarse de la primera ocasión en que un pasaje del Antiguo Testamento
referido a Dios se refiere a Jesús, el Cristo exaltado entendido como
representante plenipotenciario de Dios (cf. 7.59-60). Esto significaría también
que la cristología del sermón abarca un rico espectro de énfasis (cf.
particularmente 2.22 y 36)[49].
Implicancias
teológicas y conclusiones
El
“invocar el nombre del Señor” no es simplemente pronunciar el nombre de un
individuo como podría suponerse si se toma Romanos 10:13 de forma aislada.
Cuatro versículos antes el apóstol dejó claro que la salvación es a través de
la doble confesión: “Jesús es el Señor” y “Dios lo levantó de entre los
muertos” (v.9). En cierto sentido es válido decir que el v.9 es el mensaje “completo”
que quiere transmitir el apóstol Pablo, mientras que el v.13 es una versión
abreviada como énfasis final. Ambas figuras están en el punto de mira, y
ciertamente no son el mismo “Señor”: el uno fue resucitado de entre los muertos
(Rom. 10:9a, κύριον Ἰησοῦν), y el otro fue quién efectuó la
resurrección (Rom. 10:9b, θεὸς; cf. Rom. 15:6, τὸν Θεὸν καὶ Πατέρα τοῦ Κυρίου ἡμῶν Ἰησοῦ Χριστοῦ).
Ante todo esto, varios académicos han propuesto que el título κύριος aplicado a Jesús apunta a una adoración
temprana en el cristianismo en relación con su “deidad” como κύριος, de este modo se identificaría a Jesús como
YHWH[50]. Sin embargo, lo anterior
no tendría en cuenta lo que había señalado en la nota 1 al inicio de este
estudio, a saber, que en el siglo I ninguno de los manuscritos y fragmentos existentes
de la LXX sustituye el Tetragrámaton por κύριος, por lo que no sería posible afirmar que κύριος fuera efectivamente un título estrictamente exclusivo para Dios trasferido
a Cristo (desde los textos de la LXX). Más bien habría de suponer lo contrario:
que sólo posteriormente los textos en los que se utilizaba κύριος para
identificar a Dios se aplicaron después también a Jesús[51], permitiendo así que
pasajes que original y claramente se referían a YHWH se aplicaran luego también
a Jesús.
La atribución de κύριος a Jesús como traducción del Tetragrámaton no necesariamente sería el
resultado (o indicador) de una inicial adoración a Cristo en el cristianismo
primitivo, sino que como ya hemos visto, es parte de un método exegético (cuyo
propósito es muy diferente que al de alentar a una “adoración” a Jesús como
YHWH[52]). Como sucede en Romanos,
si partimos de que κύριος en 10:13 es una referencia a Jesús, haremos bien en tener en cuenta, de
nuevo, que cuando Pablo cita el AT “nunca se contenta con reafirmar el
significado original e histórico de un texto del AT, sino que lo aplica a su
situación actual”[53]. Esto incluye el
entendimiento de Pablo “de que la venida de Jesucristo debía entenderse como el
cumplimiento de las profecías del AT”[54]. De esta manera, el “día
de YHWH” debe tener un cumplimiento durante el tiempo de Cristo. Como sería
evidente, esto no identifica a Jesús como YHWH, como tampoco Romanos 9:25
identificaría a los gentiles como judíos[55].
Como ya había comentado, en la teología de Pablo vemos que hay una clara
distinción entre el “Señor Jesús” y “Dios” (1 Cor. 8:6), siendo este último la
designación más común para referirse al Dios de Israel, YHWH. Mientras que κύριος para Dios es muy poco común o raro[56]. Por lo tanto, κύριος para el Jesús
resucitado no implicaría alguna identidad con YHWH, más bien se entendería, nuevamente,
como el reconocimiento de la posición mesiánica del κύριος entronizado a la derecha de YHWH poseyendo
así el Señorío de Dios a nivel universal; o como Dunn lo explica: “κύριος es un estado dado al Cristo exaltado por
Dios, y aunque consiste en una participación en la autoridad soberana de Dios
es siempre derivada de Dios y por lo tanto para distinguirse en el extremo de
Dios”[57]. De nuevo, la exaltación
de Jesús en clara concordancia con el ya mencionado Salmo 110:1; pasaje donde
es evidente la distinción entre YHWH y el título de Señor atribuido por Dios al
Cristo entronizado. Esta cita debió de considerarse muy importante en el siglo
I ya que aparece muchas veces en el NT (Mar. 12:36[58]; Mat. 22:44; Luc. 20:42-43;
Hch 2:34-35; Rom. 8:34[59]; 1 Cor. 15:25; Ef. 1:20;
Col. 3:1; Heb. 1:3, 13; 8:1; 10:12; 12:2; 1 Ped. 3:22)[60].
En vista de todo lo anterior mencionado, el Señorío resucitado de Jesús
que se menciona en Romanos 10:9 también tendría su origen en el Salmo 110:1
(cf. Rom. 8:34). En el v.9 se mencionan dos Señores, de manera que el primer
Señor (YHWH) es el Dios del segundo Señor (Jesús). Pablo nos instruye a invocar
a YHWH para la salvación confesando a Jesús como aquel a quien YHWH ha
resucitado y exaltado (10:9). Uno no puede reconocer a Jesús como Señor sin
reconocer también a su Dios YHWH, quien lo puso en esa posición (Hch 2:36; cf.
Fil. 2:6-11). En otras palabras, creo que la mejor explicación sobre cómo
entender a Jesús como el “Señor” (quien su nombre debemos invocar) es considerándolo
como el agente de salvación y YHWH como la causa de esta última. Se puede
entender así si recordamos que el nombre “Jesús” significa “YHWH es salvación”,
de nuevo, apuntando a YHWH como la causa de la salvación.
Por otro lado, ejemplos de traducciones bíblicas que insertan el Nombre
Divino en Romanos 10:13 son la Traducción del Nuevo Mundo (TNM) y The
Scriptures (TS2009). Aunque el contexto de Romanos 10:13 no parece apoyar a que
se esté refiriendo a YHWH directamente, sino a Jesús, sin embargo, no estoy en
contra de la inserción del Nombre Divino aquí (ateniéndome a la posibilidad de
que fue puesto en el manuscrito original). Hay eruditos que han llegado a considerar
10:12-13 como una alusión directa a YHWH. Por ejemplo, Olshausen afirma que “de
acuerdo con el contexto Dios se entiende principalmente, como la cita indica,
pero según lo previsto por Pablo, es por supuesto Dios en Cristo”[61]. Esto puede ser válido
hasta cierto punto ya que el apóstol dijo una vez en 2 Corintios: “Dios estaba
en Cristo reconciliando al mundo consigo mismo” (5:19 NTV[62]). Para Sean McDonough[63] también es posible la
interpretación de Dios Padre en los pasajes anteriores al v.13. Sin embargo, recalca
que “el pasaje [10:13] solo cobra sentido en base a los textos que contiene κύριος en la LXX”, entonces él pregunta: “¿De qué
otra manera se explica la frase ‘porque el mismo es Señor de todo’ . . . en el
v.12, justo antes de la cita de Joel?” Más adelante explica que “El
tetragrámaton no tendría sentido gramatical aquí. Es mucho más probable que
Pablo esté haciendo una declaración cristológica a través de una yuxtaposición
deliberada de κύριον Ἰησοῦν y las referencias de la LXX relativas al
poder salvador de Dios, ο κύριος”[64].
Proponer una “yuxtaposición deliberada” del “Señor Jesús” con el “Señor” YHWH
(AT) en el discurso de Pablo (trasmitiendo la idea de que Jesús posee un poder
salvador como YHWH) es razonable. Al final esta propuesta implica también una
“actualización” del mensaje original del AT. No olvidemos que las técnicas
exegéticas rabínicas eran por sí mismas flexibles, y por esa razón McDonough
llama “yuxtaposición deliberada” a lo que hizo Pablo. Pero como hemos visto en
este análisis, esta flexibilidad exegética se llama propiamente “midrash”.
De todos modos, aunque admito que es posible la interpretación del
referente en 10:12-13 como YHWH, no obstante, no creo que esto sea lo más probable.
Como comenté anteriormente, el contexto apunta fuertemente a Jesús como “Señor”
en todo el capítulo 10 de Romanos, esto por el tipo de exégesis que usa Pablo para
su predicación (midrash). Sin embargo, tampoco considero incorrecto la
inserción del Nombre Divino en el v.13 si partimos de un entendimiento correcto
del contexto y/o del lenguaje bíblico como base. En términos simples, diría que
lo crucial aquí no es discutir si el añadido es correcto o no, sino sobre cómo
debemos entender el pasaje ya sea si Pablo conservó el Nombre Divino
originalmente o no. Pero de nuevo, las probabilidades de que Pablo haya aludido
al Nombre Divino en este pasaje son muy bajas, y por consiguiente, opto por el
lado de que es Jesús el referente directo aquí. Arduini y Pizzorni explican
Romanos 10:13 partiendo de la base (como la de este estudio) que Pablo usó midrash
(énfasis añadido):
Queda por explicar en qué sentido Pablo atribuye a Cristo pasajes que
originalmente se referían evidentemente a YHWH. Como hemos visto en el caso de
Filipenses 2:9-11, estos textos funcionan a veces como midrash, es decir, se
reformulan a la luz del nuevo papel salvífico del Señor Cristo exaltado y
entronizado a la derecha de Dios, que como tal se convierte en el medio por el
que es posible glorificar y adorar a Dios. Según esta perspectiva, invocar el
nombre de Jesús es como invocar el nombre de YHWH, no porque los dos nombres
sean intercambiables, sino porque sólo a través del primero se llega al segundo.
En Romanos 10:9-13, por ejemplo, la salvación prometida por YHWH en Joel 2:32
se hace posible sólo para aquellos que declaran “que Jesús es el Señor” (v.9),
pero al hacerlo también reconocen, o invocan, el nombre (o autoridad) de YHWH,
que ha conferido su poder salvador al Kyrios exaltado a su derecha[65].
En vista
de que Jesús es el midrash de YHWH, por lo tanto, propongo que debemos entender
el Nombre Divino de Romanos 10:13 (en ciertas traducciones bíblicas) desde la
base del ya mencionado midrash. Personalmente, es de este modo que su inserción
puede llegar a ser justificable. Considero que desde la base del midrash todas
las epístolas de Pablo junto con sus citas del AT cobran sentido, es decir,
esta base tiene un mayor alcance explicativo ante el porqué de ciertas citas
del AT en las epístolas del apóstol. Por otro lado, se puede decir que la exégesis
que hace Pablo de Joel 2:32 subyace en un principio clave de la salvación de
Dios el cual se puede evidenciar en todo el AT: se puede atribuir la salvación
simultáneamente a YHWH y a una figura intermediaria designada por YHWH sin
implicar de alguna manera que la segunda figura deba ser YHWH. El Dios YHWH
simplemente actúa a través de la segunda figura y, de nuevo, al reconocer que
esta figura posee el “poder salvador” reconocemos, o invocamos “el nombre (o
autoridad) de YHWH” ya que él es la misma causa y fuente de la salvación. Un
buen ejemplo de cómo YHWH actúa a través de un intermediario en cuanto a
salvación se refiere, lo encontramos en 1 Samuel (BTX3[66]):
1 Samuel
7:8 |
1 Samuel
9:16 |
Y los
hijos de Israel dijeron a Samuel: No ceses de clamar por nosotros a YHVH
nuestro Dios, que nos salve de mano
de los filisteos. |
[YHWH:]
Mañana a esta hora te enviaré un varón de la tierra de Benjamín, al
cual ungirás por príncipe sobre mi pueblo Israel. Él librará a mi pueblo
de mano de los filisteos, porque Yo he visto a mi pueblo, y su clamor ha llegado hasta mí. |
Así como
1 Samuel atribuye la salvación tanto a YHWH como al hombre de la tierra de
Benjamín que YHWH había enviado, también se puede atribuir la salvación a Jesús
y a YHWH[67]
en Romanos 10 sin confundirlos. Recordemos que Jesús es identificado como el
“siervo” del Dios YHWH, que en su nombre vino (Miq. 5:4; Jn. 5:43; Hch 3:13) y
cuyo nombre “le fue dado” (Fil. 2:9). Por lo tanto, la participación de Jesús
en el plan salvífico de YHWH amerita ser reconocido y atribuido a ambos, así es
como leemos en Apocalipsis 7:10 (NTV): “¡La salvación viene de nuestro Dios que
está sentado en el trono y del Cordero!” Este principio hace que Romanos 10:13
esté en línea con la enseñanza bíblica más amplia sobre la salvación de YHWH: Dios
extendería su rol de Salvador al Mesías para establecerlo como el agente de esa
salvación para toda la humanidad. Jesús y el Dios Padre (YHWH) han actuado
juntos para llevar el plan de salvación al creyente, pues, ¿no dijo Jesús que
él y el Padre “son uno” (Jn. 10:30)? Una vez más, es desde la base del midrash que podemos entender todo lo anterior sin
mayores complicaciones. En definitiva, los cristianos del siglo I proclamaron
un nuevo κύριος, Jesús,
en relación con su entronización como Mesías y cuyo nombre debemos invocar para
nuestra salvación. Es solo a través de nuestro Salvador Jesús que podemos
llegar al Padre, fuente de toda vida y salvación. Invocar el nombre del Señor
Jesús para nuestra salvación en ningún momento rebaja a YHWH, lo contrario.
y toda lengua declare que Jesucristo es el Señor para la gloria
de Dios Padre
καὶ πᾶσα γλῶσσα ἐξομολογήσηται ὅτι κύριος Ἰησοῦς Χριστὸς εἰς δόξαν θεοῦ πατρός.
-
Filipenses 2:11
[1] Este análisis se encuentra publicado
en Academia.edu en formato PDF: https://www.academia.edu/67981713/El_κυριος_de_Romanos_10_13_y_el_Nombre_Divino
[2] Existe debate en el área académica
sobre si estuvo el Tetragrámaton en los manuscritos originales del NT o no.
Aunque desde el lado que afirma su aparición sí se cimenta en buenas razones (al
punto de que ha sido agregado en ciertas traducciones del NT); los del lado
contrario prefieren aferrarse a que en los manuscritos más antiguos solo
encontramos “Señor” (κύριος) y
ninguno de estos el Tetragrámaton. Este último es un argumento razonable pero
no concluyente. Pues, κύριος tampoco aparece en los manuscritos
más antiguos. En las citas del AT en las que aparece Tetragrámaton, los
manuscritos más antiguos (siglo II d.C) tienen la abreviatura ΚΣ o ΘΣ (θεός) (estas abreviaturas son conocidas como nomina sacra
[del latín “nombres sagrados”]). Para entenderlo mejor, en todos fragmentos y manuscritos hallados
a.C y hasta finales del siglo I d.C (tal vez 50 a.C – I d.C) aparece el Tetragrámaton
ya sea en paleohebreo (o fenicio) (8HevXIIgr; Oxy 3522), letras arameas (Fouad
266b) o con letras griegas IAŌ (4QLXXLevb probablemente
la transliteración de Yahu). Curiosamente, los manuscritos más antiguos de la
LXX de finales del siglo II d.C., tienen la abreviatura ΚΣ, mientras que los fragmentos de la
misma LXX que datan aproximadamente hasta finales del siglo I d.C. tienen YHWH
en letras paleohebreas. Esto sugiere que el Tetragrámaton fue eliminado de los
manuscritos de los LXX y sustituido por ΚΣ en las versiones posteriores (siglo II d.C. en adelante).
En vista de esto, se
deduce que el Tetragrámaton fue también eliminado de los manuscritos del NT y
sustituido por ΚΣ. Sería
bastante raro pensar que los autógrafos contuvieran abreviaturas como ΚΣ. Por lo tanto, esto significaría que en el
momento que se copiaron los manuscritos del NT se reemplazó el Tetragrámaton
con la abreviatura ΚΣ (Véase Furuli, R., 2019. The Tetragram:
Its History, Its Use In the New Testament, And Its Pronunciation. Larvik: Awatu
Publishers. pp. 142–191; George Howard, “The Tetragram and the New Testament,” JBL
96 (1977), pp. 63-83; Howard, Tetragrammaton in the New Testament, en: The
Anchor Bible Dictionary, ed. D.N. Freedman, Doubleday, New York 1992, Vol. 6, pp.
392–393; Shaw, F., 2014. The Earliest Non-Mystical Jewish Use of Ιαω. Leuven,
Belgium: Peeters Publishers. pp. 39-44; Gaston, L., 1987. Paul and the Torah.
Vancouver: University of British Columbia Press. pp. 117–118). Por ejemplo, Pavlos D. Vasileiadis & Nehemia Gordon,
“Transmission of the Tetragrammaton in Judeo-Greek and Christian Sources,” Cahiers
Accademia 12 (2021), p. 90, reconocen que “el Tetragrámaton no se ha encontrado
en ningún manuscrito griego superviviente del Nuevo Testamento”. Sin embargo,
más adelante explican, “parece improbable que la convención Tetragrámaton-a-κυριος (como una especie de
septuagintalismo) existiera cuando se redactaron los textos del Nuevo
Testamento. Las primeras copias del Nuevo Testamento que se conservan utilizan
la nomina sacra … para traducir términos como Dios y Señor, que se expandió
rápida y ampliamente junto con el rápido aumento de las copias de la Biblia
cristiana”. Este “paralelo de la tradición Antiguo Griego/Septuaginta pone de
manifiesto que esta práctica no aparece hasta el siglo II de nuestra era y sin
seguir un patrón estrictamente uniforme” (Ibídem, p. 90).
[3] En el manuscrito uncial P46 de
Romanos (10:13) vemos este abreviado, a saber, κύριος como ΚΣ (aunque en genitivo: ΚΥ).
[4] Pavlos D. Vasileiadis & Nehemia Gordon, “Transmission
of the Tetragrammaton in Judeo-Greek and Christian Sources,” p. 87. Mas adelante se hace una división
de dos etapas de la “anonimización” del Tetragrámaton. En la primera etapa, “el
Tetragrámaton fue sustituido por formas especiales contraídas, los nomina sacra”
y en la “segunda etapa implicó el tratamiento ‘sistemático’ de todas las
ocurrencias de κυριος
y otros términos como nomina sacra, independientemente de si se referían al
Tetragrámaton o a Jesús. Este último paso se postula para la segunda mitad del
siglo II de nuestra era” (Ibidem, p. 87).
[5] Nueva Traducción Viviente.
[6] ὅτι ἐὰν ὁμολογήσῃς ἐν τῷ στόματί σου κύριον Ἰησοῦν καὶ πιστεύσῃς ἐν τῇ καρδίᾳ σου ὅτι ὁ θεὸς αὐτὸν ἤγειρεν ἐκ νεκρῶν σωθήσῃ.
[7] διὸ γνωρίζω ὑμῖν ὅτι οὐδεὶς ἐν πνεύματι θεοῦ λαλῶν λέγει Ἀνάθεμα Ἰησοῦν, καὶ οὐδεὶς δύναται εἰπεῖν Κύριον Ἰησοῦν, εἰ μὴ ἐν πνεύματι ἁγίῳ.
[9] Isa. 13:6, 9; Ez. 13:5;
Jo. 1:15, 2:1, 11:31, 3:14; Am. 5:20, Ab. 1:15; Sof. 1:7, 14; Mal. 4:5.
[10] Lo cual no es necesariamente el caso
en otras partes del NT (1 Pe. 2:12, 2 Pe. 3:12, Ap. 16:14). Así, en 1 Corintios 16:22
encontramos la exclamación aramea Maranatha (Μαρανα θα), que es, en efecto, la venida del Señor Cristo lo que se pide:
¡Nuestro Señor, ven! (Ap. 22:20; cf. 1 Cor. 11:26; Didaché 10:6). Esta exclamación nace del
arameo mare' que se traduce “Señor” (el equivalente hebreo de 'adôn y del
griego Kyrios) aplicado a Cristo a la espera de su venida. Este título no se
refería originalmente al Nombre Divino, más bien, según Penna, R., 1999. I
Ritratti Originali di Gesù il Cristo. Milano: San Paolo, 2:56, atribuía “a
Dios cualidades derivadas fundamentalmente de ámbitos profanos, todo lo cual se
resume en la idea de ‘soberano’, entendido tanto como propietario como juez. A
partir de esta observación se puede entender que los primeros cristianos
pudieran describir a Jesús como Maran o Marana', ‘nuestro Señor’, sin chocar
por ello directamente con el monoteísmo judío, y esto se verá bien en la
distinción que hará Pablo sobre la existencia de ‘un solo Dios’ y al mismo
tiempo de ‘un solo Señor’ (cf. 1 Cor 8,6)”.
[11] Kaiser, W.,
Berding, K., Bock, D. and Enns, P., 2009. Three Views on the New Testament use
of the Old Testament. Grand Rapids, Mich: Zondervan, pp. 25-27. Véase también
Longenecker, R., 1999. Biblical Exegesis in the Apostolic Period. Grand Rapids, Mich.: W.B.
Eerdmans, pp. 14-33.
[12] “Como cabría esperar,
este método se utiliza con frecuencia cuando los escritores del Nuevo
Testamento apelan a la ley del Antiguo Testamento, donde la orden original de
la ley se conserva literalmente. Este enfoque del Antiguo Testamento obviamente
no nos presenta ninguna dificultad con respecto a nuestra cuestión central”
(Ibídem, p. 26).
[13] El término pesher (פשר) significa “solución” o “interpretación” y es bastante usado en
la literatura del Qumran. Este método se puede considerar esencialmente como midrash,
pero existe debate en la academia al respecto. Por un lado, podemos decir que
su fina diferencia con el midrash radica en que esta tiene un uso más
escatológico. Por el otro lado, se argumenta que pesher se puede considerar
como parte de midrash por el hecho de que sus métodos exegéticos no se
diferencian del mismo. En vista de esto, algunos han optado por llamarlo
“midrash del Qumran” o similares. Merril P. Merril. (1971). Targum, Midrash
and the Use of the Old Testament in the New Testament. Journal for the Study of
Judaism in the Persian, Hellenistic, and Roman Period, 2(1), 50-51. http://www.jstor.org/stable/24656132, comenta al respecto:
La cuestión central es si
en el pesher de Qumrán se trata de exégesis o de revelación. Los que sostienen
la primera opinión … tienden a relacionar el pesher con una etapa particular en
el desarrollo del midrash o con alguna forma especial de midrash 1).
Los partidarios de esta última posición … ven la conexión estructural del
pesher con el texto bíblico como algo más retórico y secundario a la revelación
de un misterio (… en los textos proféticos) a través de la revelación divina.
Creo que una evaluación justa del pesher debe tener en cuenta varios factores:
En términos de métodos y técnicas, el pesher pertenece a la categoría de los
midrash … 2). Al mismo tiempo, no se pueden describir adecuadamente
los pesharim sin tener en cuenta el contexto escatológico en el que funcionaba
y al que servía la interpretación bíblica en Qumrán. El sentido de vivir al
final de los días, el estrechamiento de la aplicación de los textos bíblicos a
las figuras, las instituciones y las circunstancias de la comunidad no pueden dejarse
de lado. Es este elemento escatológico el que pone a los pesharim en contacto
más estrecho con la interpretación bíblica en el NT.
Véase también Lim, T. (1997). ‘Midrash Pesher in the
Pauline Letter’. In S. E. Porter, & C. A. Evans (Eds.), The Scrolls and
Scriptures (pp. 280-291). Sheffield Academic Press.
[14] Este método extrae “‘un significado
simbólico del texto. Asume que una interpretación más profunda y sofisticada se
encuentra debajo del significado obvio del pasaje’”, luego explica en relación con
el NT y el apóstol: “El texto del NT más a menudo se piensa que exhibe
tendencias alegorizantes es Gálatas 4:21-31, donde Pablo utiliza Agar para
representar el Monte Sinaí y la esclavitud a la ley característica de los
Judíos de la Jerusalén terrenal, y Sara para representar a la gente de la
promesa que pertenece a la Jerusalén celestial. Pablo parece no preocuparse por
la realidad histórica aquí (aparte de la existencia histórica de estas
mujeres), pero parece utilizar a estas mujeres de maneras sorprendentes y
simbólicas para hacer su punto teológico” (Ibídem, p. 29).
[15] Darash significa
inquirir, buscar, investigar, exponer, interpretar y hasta predicar (Véase
Botterweck, G., Ringgren, H. and Fabry, H., 1997. Theological Dictionary of
the Old Testament. Michigan: Grand Rapids, pp. 294-295).
[16] Strack, H.,
Stemberger, G., Bockmuehl, M. and Neusner, J., 1996. Introduction to the Talmud
and Midrash. 2nd ed. Minneapolis: Fortress Press, pp.234-235. En adición se explica:
“El midrash no puede definirse con precisión, sino sólo describirse … G. Porton
describe ‘el midrash como un tipo de literatura, oral o escrita, que está en
relación directa con un texto fijo y canónico, considerado como la palabra
autorizada y revelada de Dios por el midrashista y su audiencia, y en el que el
texto canónico se cita explícitamente o se alude claramente a él’ (The Study,
62)” (Ibídem, p. 235).
[17] Unige.ch. Pierre
GUILLEMETTE - Mireille BRISEBOIS, Introduction aux méthodes historico-critiques,
[online] Disponible en: <http://www.unige.ch/theologie/distance/courslibre/atesadan2006/lecon1a/introguill.htm> [Consultado el 31 diciembre
2021]).
[18] Pierre Guillemette
nos enumera y describe estas middot: “1) razonamiento a fortiori [qal
wa-homer] (a partir de la verdad de una proposición, se concluye la verdad de
otra para la que la razón invocada se aplica aún mejor); 2) la asimilación [gezerah
shewah] (una deducción por analogía en la que dos pasajes se unen debido a una
palabra o palabras comunes); 3) el establecimiento de un principio a partir de
una sola escritura [binhan a mikathub 'ehad]; 4) el establecimiento de un
principio a partir de dos entradas [binyan ab mishene kethubim)]; 5) lo general
y lo singular [kelal upherat] (el argumento se extrae de un caso y se aplica a
un grupo o viceversa); 6) de forma similar a otro texto [kayoze bo bemaqom
'aher]; 7) que está iluminado por su contexto [dabar halamed meinyano]”
(Unige.ch. Pierre GUILLEMETTE - Mireille BRISEBOIS, Introduction aux méthodes
historico-critiques).
[19] Por ejemplo, las 13
reglas de Rabí Ismael y las 32 reglas de Rabí Eliezer.
[20] Hawthorne, G., Martin, R. and Reid, D., 1994. Dictionary of Paul and his
Letters. IVP Academic, pp.
503-511.
[21] Vatican.va. “El pueblo judío y sus
escrituras sagradas en la Biblia cristiana”, Vatican, [en línea] Disponible en:
<https://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/pcb_documents/rc_con_cfaith_doc_20020212_popolo-ebraico_sp.html#3.%20M%C3%A9todos%20rab%C3%ADnicos%20en%20el%20Nuevo%20Testamento> [Consultado el 31 de diciembre
2021).
[22] También se hallan en los evangelios,
qal wa-homer en Mat. 6:30; 7:11; Jn. 7:23; 10:34-36. La gezerah shawah, en Mat.
12:1-4; Hch 2:25-28.
[23] Véase la nota 12.
[24] “Midrash” en Supplément
au Dictionnaire de la Bible. Volume 5 “Kalt-Mycènes” ed. H. Cazelles. Paris-IV: Libraire
Letouzey et Ané, 1957. col. 1265.
[25] Ibidem, p. 1265-1266,
énfasis añadido. Véase también Chilton, B. and Neusner, J., 1995. Judaism
in the New Testament: Practices and Beliefs. London: Routledge, pp. 68-69.
[26] Unige.ch.
Pierre GUILLEMETTE - Mireille BRISEBOIS, Introduction aux méthodes
historico-critiques.
[27] Nació en Tarso, importante ciudad de
Cilicia (Hch 21:39; 22:3). De padres hebreos, tal vez de la rama farisaica del
judaísmo (Hch 23:6; Flp 3:5). Recibió educación del sabio fariseo Gamaliel en
Jerusalén y, al ser una figura muy reconocida en el judaísmo podríamos suponer
que Pablo era de una familia importante (Hch 22:3; 5:34). Tenía dominio y
conocimientos de los idiomas griego y hebreo (Hch 21:37-40).
[28] Las técnicas exegéticas del apóstol
seguramente fueron “atractivas” a oídos de judíos educados, por así decirlo,
siendo tal vez fructífero para la predicación y el mensaje que quería
transmitir Pablo. Por ejemplo, como el contraste directo que hace entre Adán y
Cristo en el contexto de la resurrección en 1 Corintios 15:45-49 y que sólo
puede entenderse a la luz de la exégesis del midrash. Respecto a este
“contraste” que hace Pablo en su epístola a los corintios, Bieringer, R., 2010.
The
New Testament and Rabbinic Literature. Leiden: Brill, p. 351, comenta:
El pasaje de Pablo emplea
técnicas exegéticas, enfoques de la Escritura y temas teológicos comparables a
los de los textos rabínicos. Pablo escribió en griego y utilizó términos
helenísticos que serían fácilmente comprensibles para los destinatarios de la
epístola en Corinto. Sin embargo, en esos paralelos rabínicos se encuentra un
dualismo similar entre los aspectos terrenales y celestiales de los seres
humanos, lo que sugiere un contexto judío para las ideas de Pablo, más que el
helenístico no judío que algunos estudiosos han propuesto.
[29] Palabra de Dios para
Todos.
[30] Jewett, R., Kotansky, R. and Epp, E., 2006. Romans.
Minneapolis: Fortress Press, p. 624, comenta: “Este pasaje [v.5] es un ejemplo
clásico de la interpretación de Pablo de la Escritura para hacer su punto sobre
la promesa del evangelio. En 10:5 cita a ‘Moisés’ como el autor de la cita de
Lev 18:5 y luego pasa a interpretar cinco textos posteriores de una manera
típica rabínica”.
[31] Véase la
nota 12.
[33] Strazicich
al reconocer que en Dt. 30:13 “menciona cruzar el mar, pero no descender al
abismo”, explica que lo “más probable es que esto provenga de lecturas
similares de Dt 30 en el período del Segundo Templo. La personificación de las
tradiciones de la Sabiduría del judaísmo en Dt 30 ayuda a allanar el camino de
Pablo para su interpretación cristológica”. Esto suena aún más esclarecedor.
Luego, Strazicich cita 3 interpretaciones judías de Deuteronomio 30: Baruch 3:29-30;
Filón, Posteritate 84-85; Targum de Neofiti sobre Deuteronomio 30:11. El texto
de Baruch (3:29-30) y Posteritate (84-85) de Filón comparten la misma idea y
línea textual de “ascensión” al cielo. Pero entonces Strazicich nota y comenta
un punto interesante que encontramos en el Targum de Neofiti: “A partir de los
testimonios anteriores del período tardío del Segundo Templo, la hermenéutica
interpretativa de Pablo se muestra congruente con el Zeitgeist exegético de su
época. Hay que señalar que Pablo cambia la imaginería de ‘cruzar el mar’ (διαπεράω Dt 30,13) por ‘descender al Abismo’, lo que sigue el cambio verbal del
Targum Neofiti (‘descender’ a las profundidades del gran mar)” (Strazicich, J.,
2007. Joel's Use of Scripture and the Scripture's Use of Joel: Appropriation
and Resignification in Second Temple Judaism and Early Christianity. Brill
Academic Publishers, p. 311, énfasis añadido).
[34] Jewett, R., Kotansky, R. Romans. p. 625.
[35] Ibídem, p.
625.
[36] Tobin, T.,
2004. Paul's Rhetoric in Its Contexts: The Argument of Romans. Peabody, Mass.: Hendrickson,
pp.343-344, lo explica de la siguiente manera (énfasis añadido):
En 10:6-8, ‘la justicia basada en la
fe’ dice las líneas basadas en Dt 8:17; 9:4; 30: 12-14, que Pablo comenta luego
en las cláusulas que comienzan con ‘esto es’ (τοῦτ’ ἔστιν) en 10:6-8. En realidad, no está citando el Deuteronomio, sino que
utiliza libremente su lenguaje y lo pone en boca de la ‘justicia basada en la
fe’. Esto obvia la necesidad de justificar en detalle los cambios que Pablo
hace al texto del Deuteronomio. Él usa el lenguaje de estos pasajes del
Deuteronomio de tal manera que pueden referirse más fácilmente a Cristo y a la
fe. También obvia la necesidad de ofrecer cualquier explicación inevitablemente
complicada acerca de cómo Pablo llegó a citar pasajes del Deuteronomio
originalmente hablado por Moisés como si fueran habladas por la ‘justicia
basada en la fe’.
[37] Longenecker,
R., 1999. Biblical Exegesis in the Apostolic Period. Grand Rapids, Mich.: W.B.
Eerdmans, p. 24. La Nouvelle Bible Segond (NBS) en la nota explica sobre el uso
que lo da Pablo:
es decir [τοῦτ’ ἔστιν]: la fórmula griega que
aparece aquí y después (en v. Ro 10:8 será traducida por tal como está...; ver
también Ro 9:8) es característica de la exégesis tipológica, en boga sobre todo
en los escritos de Qumrán; introduce una interpretación actualizada del texto
citado. En este caso, la palabra de Dios de la que se habla en Dt 30 se
identifica con Cristo descendido del cielo y resucitado de entre los muertos, y
con el mensaje del que es objeto.
[38] Mohrlang, R.,
2003. Heralds of the Good News: Isaiah and Paul in
Concert in the Letter to the Romans. Boston: Brill Academic Publishers, p. 169.
[39] Romanos 9:33: καὶ ὁ πιστεύων ἐπ’ αὐτῷ οὐ καταισχυνθήσεται.
Isaías 28:16: καὶ ὁ πιστεύων ἐπʹ αὐτῷ οὐ μὴ καταισχυνθῇ.
Al igual que Rom. 10:11, en 9:33 vemos una
sustitución del subjuntivo aorístico (οὐ μὴ καταισχυνθῇ) por un indicativo
futuro (οὐ καταισχυνθήσεται) aunque no podemos
determinar con certeza su matiz. Stanley, C., 1992. Paul and the Language of
Scripture: Citation Technique in the Pauline Epistles and Contemporary
Literature. Cambridge:
Cambridge University Press, pp. 124-125, explica sobre las diferencias que hay
entre la epístola y la LXX en el pasaje:
El hecho de que Pablo
ofrezca exactamente la misma lectura en un contexto algo diferente en Rom 10.11
se opone a cualquier intento de descubrir un motivo contextual para la presente
sustitución. De hecho, la inclusión de una doble negación enfática [οὐ μὴ] habría añadido fuerza
al argumento de Pablo si hubiera estado presente en su Vorlage. El cambio a una
forma futura del verbo podría haberse producido técnicamente de forma
independiente al cambio en el negativo, ya que la introducción de un futuro
indicativo no habría requerido la modificación de un οὐ μὴ enfático. Pero el hecho
de que ninguno de los testigos textuales contenga tal lectura es una prueba
clara de que los dos cambios se produjeron juntos. … Koch atribuye el cambio en
la forma del verbo al propio Pablo, describiendo la adaptación como ‘de carácter
puramente estilístico’. Para explicar por qué Pablo alteró el texto, Koch
señala que Pablo utiliza οὐ μὴ sólo con poca frecuencia (… sólo en 1 Cor 8.13, Gal
5.16, 1 Tes 4.15, 5.3), al tiempo que implica que Pablo quería eliminar el
elemento enfático del contexto actual. ... Además, no hay nada que indique que
Pablo tuviera alguna razón para atenuar la naturaleza enfática de la redacción
de los LXX en Rom 9.33, como seguramente hace la forma actual. Esto deja a la
misma fuente cristiana pre-paulina de la que se extrajo la primera parte de la
cita como el antecedente más probable de la presente lectura. Sin embargo, a
falta de pruebas concretas, este origen no puede establecerse con certeza
[40] Wagner comenta: “Pablo ha modificado
el texto de Isaías 28:16 bajo la influencia de sus convicciones cristológicas
(Romanos 10:4). πᾶς ὁ πιστεύων [todo el que crea]se hace eco de la
tesis de Pablo en Romanos 10:4 que Cristo es el τέλος [fin] de la Ley para la justicia παντὶ τῷ πιστεύοντι [de todos lo que creen]” (Wagner. Heralds of the
Good News: Isaiah and Paul in Concert in the Letter to the Romans. p. 169).
[41] C. Kavin
Rowe, “Romans 10:13: What is the Name of the Lord?” Horizons in Biblical
Theology 22 (2000): 141.
[42] Span, A.,
Rochester, S., & van Rensburg, F. (2020). Rendering the Divine Name in
Romans 10:13. In die Skriflig/In Luce Verbi, 54(1), 4. doi: https://doi.org/10.4102/ids.v54i1.2560
[45] Ibídem, p. 5.
[46] Dunn, J.,
2003. The Theology of Paul the Apostle. Grand Rapids, Mich.: Eerdmans, pp.
249-250. De modo muy similar D. E. H. Whiteley. 1966. The Theology Of St. Paul.
Oxford,
Blackwell, p. 106, “Está perfectamente claro lo que ha sucedido: St. Paul ha
transferido a Jesús como Señor palabras que en la LXX se aplican a Dios como
Señor. En ambos casos, el tema es escatológico. El Apóstol no ha identificado a
Cristo con su Padre: le ha atribuido una de las funciones de Dios”.
[47] Nueva Versión Internacional.
[48] Hay, D., 1973. Glory at the
Right Hand: Psalm 110 in Early Christianity. Nashville: Abingdon Press, pp. 71-72, explica que
en “Hechos 2.32-33, la exaltación a la diestra de Dios parece equipararse a la
resurrección”, pues, “El uso de hypsoun [exaltación] sugiere que en la
entronización de Jesús él mismo es pasivo y Dios es el agente activo … Cristo
da el Espíritu a la Iglesia, pero éste lo ha recibido a su vez del Padre (vs
33). A través de él los hombres reciben el perdón y la salvación (e.g., Hechos
2.38; 4.12) … Los Hechos representan al Cristo exaltado como guía de los
acontecimientos sólo en un grado muy limitado; normalmente se representa a Dios
Padre como el que tiene el control”.
[49] Dunn, J. D.
G., 2016. The Acts of the Apostles. William B Eerdmans Publishing. p. 29. De
acuerdo con Bruce, F., 1990. The Acts of the Apostles: The Greek Text with
Introduction and Commentary. 3rd ed. Leicester: Apollos, p. 122, comenta (énfasis
añadido): “Es decir, Yahvé, como en el v.20 (‘el día de Yahvé’). Pero la
aplicación práctica aquí, como en Rom. 10:13 (donde se cita el mismo texto), es
a Jesús (véase el v.36)”. De manera similar, Fitzmyer, J., 1998. The Acts of the
Apostles en The Anchor Bible. Doubleday, pp. 253-254, explica:
En el contexto del
discurso de Pedro, esta cláusula final de la expresión profética de Joel se
convierte en un punto culminante. La salvación está vinculada a la invocación
del Señor. Las palabras de Joel así citadas preparan la proclamación de Cristo
resucitado como Señor y Mesías y también la llamada al arrepentimiento y al
bautismo … En el texto hebreo de Joel, “Señor” se refería a Yahvé, pero la
salvación como consecuencia de la invocación del “nombre del Señor” aparece de
nuevo en Hechos, con Kyrios como Cristo resucitado (4:10-12; 22: 16). Esa es
también la connotación de Kyrios aquí. Se subraya Pas hos [πᾶς ὃς], “todos los que”,
porque Lucas no quiere limitar las palabras citadas sólo a los judíos reunidos
en Jerusalén: todos los seres humanos pueden invocar el nombre del Señor para
salvarse. Es su forma de subrayar un efecto del acontecimiento de Cristo en el
primer discurso kerigmático de los Hechos.
[50] Según Capes,
D., 1992. Old Testament Yahweh Texts in Paul's Christology. Tübingen: J.C.B. Mohr,
p. 185, Pablo “identificaba concretamente a Jesús con Yahvé”; Bowman, R., Komoszewski, J. and Bock, D.,
2007. Putting Jesus in His Place. Grand Rapids: Kregel
Publications, p. 272, “Jesús es identificado como el Señor (es decir,
YHWH) del Antiguo Testamento”; también Bauckham, R., 2008. God Crucified:
Monotheism and Christology in the New Testament, W.B. Eerdmans, Gran Rapids. p.
53; Hurtado, L., 2003. Lord Jesus Christ: Devotion to Jesus in Earliest
Christianity. Grand Rapids, Mich.: W.B. Eerdmans Pub. Co.
[51] O también que fueron los copistas
cristianos los que se vieron en las circunstancias de aplicar κύριος también al Dios de Israel, esto, teniendo en
cuenta que sólo los manuscritos de origen cristiano sustituyen el Tetragrámaton
por κύριος.
[52] Los textos donde se dice que Jesús
está siendo identificado como YHWH son, por ejemplo, el himno cristológico de
Filipenses 2:6-11 (al ser un himno ya usado por los cristianos se deduce
entonces que su surgimiento es prepaulino) y como ya hemos mencionado, las
citas del AT que originalmente son dirigidas a YHWH. Como objeción, se suele
decir que estos textos demostrarían que no sólo los manuscritos de la LXX del
siglo I ya habían sustituido el Tetragrámaton, sino que los autores originales
del NT querían identificar al Señor Jesús como el mismo YHWH. Esto
significaría, por lo tanto, que no sólo habría sido modificado por los propios
autores del NT, sino que también tenían la intención de cambiar su significado
teológico dejando de ser el nombre personal del Dios de Israel para convertirse
en el del Señor Jesús. Sin embargo, este punto de vista no llega a ser
concluyente debido al número de factores adicionales que se han considerado.
[54] Ibídem, p. 636.
[55] En otro ejemplo, Pablo tampoco está
identificando a un cristiano como un “toro” (1 Cor. 9:9).
[56] Sería claro para todo lector judío
distinguir entre el título de Jesucristo y el nombre propio de Dios, claro, si
suponemos que Pablo siguió la costumbre judía de mantener el Nombre Divino en
sus textos. Según Zerwick M., 1963. Biblical Greek. Scripta Pontificci
Instituti Biblici, Roma. p. 54, “Para Pablo ο κύριος es
Cristo, κύριος Yahvé”.
Aunque el autor da posibles excepciones, que κύριος sea tratado como un nombre propio
podría ser un indicio que en las epístolas de Pablo se conservase el
Tetragrámaton.
[57] Dunn, J.,
1988. Romans 9-16. Dallas, Tex.: Word Books, p. 610. Ziesler, J., 1990. Pauline
Christianity. Oxford: Oxford University Press, p. 39, lo explica de la
siguiente manera: “Los poderes y el reino de Dios se ejercen a través de Cristo
como representante plenipotenciario de Dios, pero Cristo no es idéntico a Dios.
Las cosas que tradicionalmente se decían de Dios pueden ahora decirse con
propiedad de Cristo, pero no que sea Dios, pues el elemento de subordinación
permanece”.
[58]
Fletcher-Louis, C., 2015. Jesus Monotheism. Eugene: Wipf and Stock Publishers, 1:139,
explica que “[l]os primeros cristianos creían que su interpretación del Sal
110,1 se basaba en el uso que hizo Jesús de ese salmo para describirse a sí
mismo”, pero esto no es sostenible, ya que en los “Evangelios se identifica a
Jesús, según su propia argumentación (Marcos 12:35-37 y pars.), con el segundo kyrios
de las palabras del Sal 110:1 (= LXX Sal 109:1)”, y añade:
El primer Kyrios es un
sustituto griego del Tetragrámaton, pero el segundo traduce simplemente la
palabra hebrea ʾadon
y la distinción entre ambos es un presupuesto de la interpretación de Jesús. Ahí
va su argumento: según David en el Salmo 110, Yhwh-Kyrios le dice, es decir al
Señor de David (ʾadonkyrios),
“Siéntate a mi derecha”. Así pues, si el Señor de David (ʾadon-kyrios) se dirige de
esta manera a Yhwh-Kyrios, ¿cómo puede entonces el Señor de David ser el propio
“hijo” de David? Este ʾadon-kyrios
(mesiánico) es el mayor de David, no su menor (como implicaría la expresión “Hijo
de David”). Todo esto es obvio para el lector con conocimientos bíblicos de los
relatos griegos de la apelación de Jesús al Salmo 110. Habría sido aún más
obvio en una etapa de la tradición en la que se habla hebreo o arameo, donde
podemos suponer que se habría hecho una clara distinción lingüística entre las
dos figuras del Salmo 110:1.
[59] Romanos 8:34 (RVA-2015): “Cristo es
el que murió; más aún, es el que también resucitó; quien, además, está a la
diestra de Dios, y quien también intercede por nosotros” (énfasis añadido).
Este pasaje de Romanos es una clara alusión al Salmo 110:1. En el Salmo el
título “Señor” se aplicaba originalmente al rey David entronizado al que a
menudo se le atribuyen títulos divinos. El pasaje de los Salmos citado por
Pablo sugiere, nuevamente, que el Señor Dios otorgó un “Señorío” representativo
a su Hijo posterior a la resurrección. De esta manera el κύριος Jesús representa al Señor Dios y
actúa en su nombre. Partiendo de Romanos 8:34 entonces podríamos entender mejor
10:9-13 y su cita Joel 2:32, esto, sin preocuparse de que los lectores puedan
imaginar un sutil intento de identificar a Jesús como un segundo YHWH. Tal
intento no tendría sentido para un oyente del siglo I y requiere una
explicación adicional como lo hago más adelante.
[60] Arduini, F., 2013. La Bibbia prima
del Dogma: La Traduzione del Nuovo Mondo come paradigma dell’ermeneutica
biblica. Roma: Aracne editrice S.r.l, p. 73-78.
[61] Olshausen,
H., 1857. Biblical Commentary on the New Testament. New York: Sheldon,
Blakeman. 4:109. También Newman, B. M., and E. A. Nida. 1973. A Handbook on Paul’s
Letter to the Romans. New York: United Bible Societies. p. 202, comparte el
mismo punto de vista: “es posible que la referencia sea a Dios Padre, y la TEV [Today's
English Version] aparentemente interpreta la frase de esta manera”. En la Edición
de Estudio de la TNM (en inglés) se reconoce que el referente como “Señor” en
el v.9 es Jesús (comentario del v.12; (https://www.jw.org/finder?wtlocale=E&pub=nwtsty&srctype=wol&bible=45010012&srcid=share). Con este punto
entendemos que la interpretación del referente del v.13 parte de una “base”
diferente. Adicionalmente, el Comité de Traducción optó por interpretar el
referente del v.12 como YHWH, interpretación que tiene cierta base explicativa.
Leemos:
Ro 10:9 se refiere
claramente a Jesucristo como Señor, y la cita de Isa 28:16 que se encuentra en
Ro 10:11 se aplica también a él. Por lo tanto, si el “Señor” de Ro 10:12 debe
relacionarse directamente con “él” de Ro 10:11, el “Señor” al que se refiere es
Jesucristo. Por otra parte, en Ro 10:9, Pablo habla de ejercer la fe “en tu
corazón” de que “Dios lo levantó de entre los muertos”. Además, Ro 10:13, una
cita de Joe 2:32, afirma: “Todo el que invoque el nombre de Jehová será salvo”.
Por lo tanto, si el “Señor” al que se hace referencia en Ro 10:12 es el mismo
que en Ro 10:13, Jehová Dios es el “Señor” al que se hace referencia. El
pensamiento sería entonces el mismo que el expresado en Ro 3:29: hay un solo
Dios sobre judíos y gentiles.
Según se puede llegar a entender, la
interpretación de los v.12-13 están conectadas con el referente último del v.9
(“Dios [YHWH] lo levantó de entre los muertos”). Al ser YHWH el referente original
de Joel 2:32, se ha asumido que el referente en 10:13 no puede ser otro que el
mismo YHWH; en conexión con el referente último que se menciona en el v.9
(“Dios”, YHWH) esta interpretación se hace posible. Así, el referente del v.12.
depende de los versos 9 y 13 (en este último se ha asumido que es YHWH). En el
v.12 se dice que el “Señor” es de todos, y en 3:29 se dice que “Dios” es de
todos, por lo tanto, se corrobora de esta manera que “Dios” en 3:29 es el
referente en 10:12 y, por consiguiente, el “Señor” del v.12 no es otro que YHWH.
De modo que el “Señor” en el v.13 (“Dios” [3:29; 10:9, 12]) puede reemplazarse
por el Nombre Divino. Desde la base de mi presente estudio, no veo que esta
explicación sea la más probable en términos de qué intención tenía el apóstol
Pablo al citar Joel 2:32 y las demás citas del AT que anteceden a esta. Reconozco
que es posible entender que YHWH sea el referente en 10:12-13 desde la base del
contexto entendido por el Comité de Traducción, pero no creo que tal
posibilidad sea muy sólida desde la base de un contexto amplio y más completo:
histórico (el momento presente de Pablo), textual (todo Romanos 10) y junto la
exégesis paulina (midrash) conocida para aquel entonces. La inserción del
Nombre Divino en el v.13 se valida solo si partimos de un entendimiento
diferente del texto basándonos en la exégesis e intenciones de Pablo y/o del
lenguaje bíblico en conjunto. Después de todo, las razones por las que la TNM
inserta el Nombre Divino aquí se comprende si se considera que detrás jugó
mucho un principio que ha intentado mantener el Comité de Traducción: restaurar
el Nombre Divino en las Escrituras Griegas.
[62] Nueva Traducción
Viviente.
[63] McDonough, S. (2011). YHWH at Patmos: Rev. 1:4 in Its Hellenistic and Early Jewish Setting (p. 61). Eugene, OR: Wipf & Stock.
[64] Ibídem, p. 61.
[65] Arduini, F., 2013. La Bibbia prima del Dogma: La
Traduzione del Nuovo Mondo come paradigma dell’ermeneutica biblica. p. 83. Según Byatt,
A., Flemings, H.. 2004. ‘Your Word is Truth’ Essays in Celebration of the 50th
Anniversary of the New World Translation of the Holy Scriptures (1950, 1953). Malvern: Golden Age
Books. p. 120: “Una vez más es un caso de originador/fuente de salvación =
Jehová, agente/dispensador de salvación = Jesucristo. La TNM retiene
correctamente a Jehová en las citas para mostrar el origen de la salvación,
pero en Romanos 10:4-9 el contexto muestra claramente que Dios resucitó a Jesús
de entre los muertos para ser el medio de salvación en virtud de su sacrificio
de rescate, y la frase ‘Jesús es el Señor’ está totalmente en armonía con
pasajes como Hechos 2:36; 5:31; 16:31”.
[66] Biblia Textual 3ra
Edición.
[67] A veces se suele objetar que las
Escrituras registran que solo YHWH es el único Salvador que existe, por lo
tanto, Jesús es YHWH. Este argumento parte de un pasaje de Isaías que dice:
“Yo, yo soy Jehová, y aparte de mí no hay ningún salvador” (43:11 TNM). La
expresión “aparte de mí no hay ningún salvador” tiene un equivalente con la
expresión “no hay otro Dios fuera de mí” (44:6). Es claro que YHWH está
afirmando ser el único “salvador” o “libertador” (מושיע, moshia), esta afirmación es totalmente cierta, pero es cierta solo
dentro de este contexto, a saber, de Isaías. Si leemos el contexto completo de
Isaías (desde los primeros capítulos) vemos que hay una clara reprensión a los
ídolos falsos de las naciones, siendo estos sus “dioses” (2:6-20; 10:10-11;
19:1-3; 21:9; 31:7; cap. 36; 37:12-19). La expresión “no hay otro Dios fuera de
mí” también, de nuevo, solo y únicamente se aplica en contra de los dioses
falsos. Por lo tanto, nuestro entendimiento parte del contexto, ¿pueden estos
“dioses” falsos dar salvación a sus adoradores? No. No hay otro como YHWH quien
pueda conceder salvación real en contraste con estos ídolos de las naciones.
Estos “dioses” son inertes y, por lo tanto, incomparables con el único Dios
verdadero YHWH. Es dentro de esta comparación (solamente entre los ídolos y
YHWH) donde YHWH es plausiblemente el único Salvador real. Las Escrituras
identifican a Ehúd y a Otniel también como salvadores, y se vierte el mismo
término, moshia (מושיע).
Por ejemplo, Ehúd no es un salvador de sí mismo o en oposición a Dios, se dice
que ha sido “levantado” (o designado) como un “salvador” por YHWH (Ju. 3:15). Y
de la misma manera, YHWH “Dios trajo para Israel un Salvador, Jesús” (Hch 13:23
RVA-2015).
Muy interesante tú análisis del texto sobre Romanos 10:13.
ResponderBorrarComparto que en principio si entendemos el contexto y el uso q el apóstol hizo de la midrah, podemos deducir q es alto probable que la cita sea en referencia al Señor Jesucristo como un ser subordinado al Padre, y de quién se origina la salvación de la humanidad.
Por otro lado, no veo negativo plasmar la cita del texto con "todo el que invoque el nombre de Jehová" pués el contexto lo permite, si bien no es la traducción más aceptada.
Creo q la intención del comité es dar gloria a quién dio origen a la salvación de la humanidad, y así de esta manera no dar pie a los q desean ver en este pasaje una prueba bíblica del trinitarísmo.
Así es. El contexto en si solo apunta a Jesús como "Señor" en Romanos 10. Además, en el contexto Pablo se dirige a un público judíocon el mensaje de que Jesús es Salvador, es ahora él de quien depende nuestra Salvación. No tendría mucho sentido que Pablo aliente a judíos a obtener la salvación invocando el nombre "Jehová" cuando el mismo judaísmo ya lo sabía. Pero no, ahora es solo a través de Cristo que somos salvos, y allí entra la aplicación del midrash.
BorrarYo tampoco estaría en desacuerdo con el nombre divino en el pasaje, siempre y cuando entendamos muy bien el contexto y la teología de Pablo. El pequeño problema es que se insiste en que el referente es Jehová, pero dificilmente puede ser así. Estoy de acuerdo con que el comité restaure el nombre divino lo mas que se pueda, de hecho eso lo reconozco en la nota 57 de este mismo estudio. Pero en este pasaje el tema se complica, y me llama mucho la atención que el comité haya asumido que es Jehová el referente aquí. Dado la inconsistencia con el contexto y la inserción de "Jehová", es mejor entenderlo a la luz del midrash explícitamente. Así no descartamos a Jesús como la principal figura salvífica del cristianismo y mantenemos a Dios Padre como el Salvador primario.
Saludos! :D
http://matt13weedhacker.blogspot.com/2012/02/proof-tetragrammaton-was-in-gospels-and.html?m=1
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