Algo extraño en la Atalaya de diciembre de 2024



La semana pasada, contando desde cuando escribo este blog, se estudió el artículo 50 titulado “Cómo ayudar a los hijos a fortalecer su fe” de la Atalaya de diciembre de 2024. El mensaje general del artículo es bueno ya que incentiva a los padres a ser de ayuda a sus hijos , y así puedan tener una fe más sólida. Esto es loable. Sin embargo, hay elementos extraños en el artículo que son simplemente contradictorios y confusos; mismos que describiré más adelante.

 

Lo extraño

Como empieza diciendo el párrafo 3:

En este artículo, analizaremos cómo los padres pueden ayudar a sus hijos a 1) desarrollar sus propias convicciones, 2) comprender el valor de las normas morales de la Biblia y 3) defender sus creencias.

Lo extraño está en el primer punto: “desarrollar sus propias convicciones”. La frase per se no es extraña ya que por sí sola expresa una realidad necesaria. La parte extraña está en que esto está en conflicto con el modus operandi de la misma Organización, y no solo eso, sino que la frase contradice todo el párrafo 5 del mismo artículo. Se entenderá mejor a lo que me refiero más adelante.

Primero, el párrafo 4 reconoce acertadamente que la fe “no es algo que se hereda”. Aquí se refieren a que la fe no es algo “genético”, sino que se aprende y desarrolla por la misma persona. Nadie nace con fe en Dios ni con la creencia de que “Dios existe”, sino que la creencia se construye a medida que el individuo hace uso de sus sentidos. Esto es algo que todos hacemos de forma natural ya sea consciente o inconscientemente.

Primer punto extraño del artículo. Los hijos, desde la niñez hasta la adolescencia, todavía no han conocido a plenitud cómo funciona el mundo y lo que contiene. Entre la niñez y la adolescencia, ellos no tienen más opción que someterse a sus padres y a sus cosmovisiones. Además, ellos no están en la madurez suficiente para salir y explorar las diversas cosmovisiones que existen por su propia cuenta. Por su propio bien, están siendo vigilados por sus padres. Considerando todo lo anterior, parece extraño decir que los hijos puedan desarrollar “sus propias convicciones” cuando en realidad no pueden hacerlo en el sentido pleno de la frase.

Segundo punto extraño. El segundo punto lo detectamos si consideramos el significado básico de la palabra “convicción”. El diccionario de Cambridge da como una de sus definiciones:

Una creencia fuerte que es poco probable que cambie, o el fuerte sentimiento de que tus creencias son correctas.

La palabra tiene un sentido de posesión y seguridad muy fuerte. Si tu posees algo, no hay nadie quien te lo quite o te cambie, porque tú eres el dueño. Eres tú el único responsable y el único que decide cómo manipularlo. En pocas palabras, la convicción implica necesariamente independencia y libertad. Si las convicciones son “propias”, eso significa que eres tú solo quien ha llegado a ellas a través de un proceso de razonamiento personal sin ningún condicionamiento (independencia), y eres tú solo quien decide si cambiar o modificar esa creencia (libertad).

En el contexto de los Testigos de Jehová, como organización religiosa, existe un cuerpo doctrinal definido. Este cuerpo doctrinal debe ser aceptado por todos los miembros, y entre todos ellos existen millones de padres. Los padres de los padres les transmitieron este cuerpo doctrinal, ya que este cuerpo ha existido incluso antes de que nazcan estos padres. En última instancia, las “convicciones” de los padres son en realidad las convicciones de la Organización, mismas que han sido transmitidas de generación en generación desde hace décadas. Finalmente, llegamos a la conclusión que los padres no transmiten sus convicciones” a sus hijos, sino que transmiten las convicciones de la Organización, y esto a ocurrido desde 1919 hasta 2025. Pues, es la Organización la dueña y poseedora de ese conjunto de enseñanzas y doctrinas, y es ella la que tiene la autoridad de decidir si cambiar o no. Los padres solo estarían siendo el “medio” para que ese cuerpo doctrinal llegue a sus hijos, y como es obvio, tal cuerpo doctrinal no es propia de los padres y tampoco pueden modificarla.

En un caso aplicado: la Organización afirma que Jerusalén cayó en el año 607 a.C, eso debe ser aceptado por todos los miembros incluido los millones que son padres. Los padres transmiten esta enseñanza a sus hijos sustentándolo con el Índice de las publicaciones Watch Tower y la Guía de estudio para los testigos de Jehová (tal como dice el párrafo 5). Bajo la lógica del artículo, los padres estarían ayudando a sus hijos a tener sus “propias convicciones”. Pero si al año siguiente (en un caso hipotético) la Organización decide cambiar la fecha de la caída de Jerusalén por el año 587 a.C, los padres y los hijos ahora deben proceder a aceptar este cambio. Este caso mostraría una clara dependencia en un agente externo, que no son ellos mismos. Este agente externo es el que te está diciendo qué creer. ¿Tu creencia en el año 607 fue “propia” o no? Si poseer algo “propio” implica independencia y libertad, ¿por qué tu cambio de creencia dependió del criterio de un tercero?

Regresando al análisis del párrafo, ¿cómo pueden los hijos desarrollar sus “propias convicciones” si al final de cuentas son las convicciones de los padres y la Organización? En cualquier caso, los hijos no estarían desarrollando “sus propias convicciones”, sino que estarían siendo guiados para que entiendan las doctrinas de la Organización, a través de sus padres, y una vez la entiendan, la acepten. Esto se llama más propiamente “aceptar las convicciones de otros” y en ningún momento desarrollas las tuyas propias. Un ejemplo evidente se encuentra en el mismo artículo con los párrafos 14-16, donde se asume que la teoría de la evolución es falso, y se insta a buscar en las publicaciones JW para defender la convicción de la Organización.

Para aclarar, no estoy diciendo que el adoctrinamiento a temprana edad sea algo malo. En su lugar, lo apoyo. Los niños a temprana edad deben recibir un conocimiento que les sirva como punto de referencia y puedan moverse por el mundo hasta que lleguen a la madurez. Y este conocimiento deberán recibirlo de los padres. Esto es un adoctrinamiento sano.

Mi punto es que me parece que el artículo de la revista presenta una contradicción evidente, y es obvia para quien tenga conocimiento del funcionamiento y de las enseñanzas de la Organización. Me atrevo a decir que ha sido una de las contradicciones más evidentes que han existido en la historia de la Organización. Me cuesta creer que los productores del artículo no se hayan dado cuenta.

 

Posibilidades

Esta anomalía me exige especular varias posibilidades para darle una explicación. La primera posibilidad que se me ocurre es que este artículo fue propuesto por el mismo Cuerpo Gobernante como intento de producir un sentimiento de seguridad en los padres jóvenes que cada vez desconfían de las doctrinas, y así recobrar la lealtad de los padres y de las nuevas generaciones.

La otra posibilidad es que este artículo fue propuesto por los mismos comités con el fin de que las nuevas generaciones estén mejor informadas de las doctrinas, puedan detectar los problemas, y se produzca una reforma. Esta posibilidad se podría reforzar al considerar que en el párrafo 5 se nos da la idea de “buscar en otras fuentes”; esto es una abertura a que el hijo pueda hacer una investigación más independiente y parcial (?).

En pocas palabras, los comités estarían siendo conscientes de los problemas doctrinales y su accionar es una protesta pasiva con espera de tener frutos en el medio o largo plazo. Esto podría sonar un tanto exagerado, pero conozco casos donde hermanos (del departamento de redacción) han logrado depositar sus ideas en libros como una forma sutil de convencer a los lectores de que ciertas ideas del artículo no deben ser tomadas o rechazadas dogmáticamente (es el caso de Kenneth Tanaka). En cualquier caso, mi instinto me dice que hay algo extraño en este artículo de estudio que no me parece normal. Es como si existiera una división, a veces estudiamos artículos, o párrafos, que parecen favorecer el pensamiento independiente, pero luego de unos meses, nos llegan artículos con una enseñanza completamente opuesta, a saber: a confiar, obedecer y ser leales a todo lo que nos digan o enseñen.

¿La Organización nos está diciendo que ahora debemos tener “convicciones propias” o no? Es como si la Organización nos estuviera respondiendo a esa pregunta: sí y no. ¿Acaso hay una batalla interna en la central mundial entre los distintos comités con el Cuerpo Gobernante y no nos damos cuenta?  

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