Los "hijos de Dios" en Deuteronomio 32:8, 43
El estado ontológico[1]
de los “hijos” angélicos además de YHWH es también evidente en Deuteronomio 32:8. En la LXX leemos que YHWH establece los “límites de las naciones” según los “ángeles de Dios” (ἀγγέλων θεοῦ, angelon
theou), mientras que en el texto del Qumran[2] (4QDeutj)
leemos según los “hijos de Dios”. Sin
embargo, el Texto Masorético (TM) del siglo IX leemos que se establece los
límites según los “hijos de Israel”[3], esta
traducción adopta la mayoría de versiones actuales[4]
(vea la nota). La LXX y los textos del Qumran coinciden en la identificación de
los ángeles como “hijos” de Dios o “seres divinos”[5]
en contra del TM. Para Peter C. Craigie, “la referencia parece ser al
concilio divino del Señor”[6] en el
pasaje. Mark E. Biddle al reconocer
estas referencias hacia los “hijos” del Todopoderoso, comenta que el pasaje “es
sólo uno de varios textos en la Biblia hebrea que atestiguan la aceptación
tácita de Israel más temprano de la existencia de deidades distintas de YHWH”,
pero que siempre se “insiste en la supremacía de YHWH”[7].
No podemos afirmar con plena seguridad cuál lectura es
la correcta, pero si la lectura original es “hijos”[8]
o “ángeles” de Dios, entonces habría una conexión con un caso donde YHWH delegó la jurisdicción a sus “hijos” sobre varias
naciones (compare Daniel 10:13, 20, 21)[9],
mientras que se reservó para sí mismo a Israel sobre quien gobierna
directamente.
Paul Sander, apoyando la lectura de “hijos de Dios”, comenta que la lectura
del TM es una “adaptación de la lectura más antigua por razones teológicas”, ya
que “la lectura más antigua habría implicado un reconocimiento indebido de los
seres divinos junto a YHWH”[10]. Para Duane L. Christensen, “Es fácil de entender el cambio
que se hizo en el TM para eliminar un texto que parece sugerir la existencia de
otros dioses”[11]. De una
manera más explícita, John W. Wevers nota que la lectura del TM es “claramente
un intento posterior de evitar cualquier noción de deidades menores a favor de
los mensajeros de Dios”[12]. Y según The
Jewish Study Bible (La Biblia de Estudio Judía), esta “corrección” del
TM fue “para que se ajuste al estándar posterior del monoteísmo puro”[13]. Innocent
Himbaza también ve al pasaje del TM como “una corrección teológica deliberada y
tardía”[14]. Sin
embargo, Himbaza nota que la lectura del pasaje como “dioses”[15] “ángeles”
o “hijos” de Dios en ningún momento es un problema para el “monoteísmo”, y que,
por lo tanto, esta “corrección” sería/fue en vano. Él pregunta: “¿La corrección
se dirige a la defensa del monoteísmo?” Más adelante explica:
¿El concepto de monoteísmo se ha visto
obstaculizado por la interpretación de los “ángeles de Dios”? No. La forma
textual antigua, que mantiene la expresión בני אלהים (hijos de
Dios) tal cual, ya subordina los otros dioses a YHWH, como explica Adrian
Schenker. YHWH es el Altísimo que trasciende a los demás dioses. Por tanto, el
monoteísmo no está en juego a este nivel. Al explicar los “hijos de Dios” como
“ángeles de Dios”, la cuestión ya estaba resuelta. En efecto, desde el momento
en que los responsables de las naciones son mensajeros y, por tanto, súbditos
de Dios (el Altísimo), se mantiene la idea del monoteísmo. Por lo tanto, no era
necesario corregir el antiguo texto de Dt 32:8 (“hijos de Dios”) ya que su
interpretación (“ángeles de Dios”) iba exactamente en la línea teológica
aceptada.[16]
Si avanzamos más adelante en el mismo capítulo 32 de
Deuteronomio, nos encontramos que la lectura del versículo 43 en la LXX y en el
texto del Qumran (4QDeutq) comparten una traducción parecida, y
nuevamente, difiriendo con el TM:
Texto Masorético (TM):
“Alabad, naciones, a su pueblo”[17].
Qumran (4QDeutq):
“Oh cielos, regocíjense con Él Inclínate
ante Él, todas las divinidades”[18].
Septuaginta (LXX):
“Alégrense, Oh cielos, con él, y que todos
los hijos divinos le rindan homenaje. Alégrense, Oh naciones, con su pueblo, y
prevalezcan en su favor todos los ángeles de Dios”[19].
4QDeutq y la LXX contienen palabras o líneas extra en comparación con el TM. El pasaje registrado en la LXX[20] y en el fragmento del Qumran (4QDeutq) hacen clara referencia a los “hijos” del Todopoderoso, mientras que el TM tiene una sola línea (“Alabad, naciones, a su pueblo”) sin mención o referencia alguna de los ángeles; esto ocurre en dos versículos del mismo capítulo (32:8, 43). En vista de estas diferencias intertextuales, Heiser, al observar que hay líneas extras en el versículo 43 de la LXX y 4QDeutq y que estas se ausentan en el TM, concluye: “Es mucho más probable que ambos textos [32:8, 43] fueran alterados intencionadamente en el texto masorético por la misma razón, a saber, eliminar una referencia a los seres celestiales para evitar un lenguaje supuestamente politeísta”[21]. Por otro lado, se suele hablar de que el autor de Hebreos citó Deuteronomio 32:43 en Hebreos 1:6[22], esto implicaría que el autor inspirado aceptó una lectura donde se identifica a los ángeles como “hijos divinos” o “dioses”[23].
Conclusión
El análisis comparativo de Deuteronomio 32:8 y 32:43 demuestra que las lecturas de la Septuaginta (LXX) y los manuscritos de Qumrán son las más probables en cuanto a la mención de los "hijos de Dios" o "ángeles" como entidades subordinadas a YHWH. La divergencia con el Texto Masorético parece ser resultado de modificaciones teológicas posteriores, probablemente con la intención de evitar cualquier interpretación que pudiera sugerir la existencia de seres divinos menores junto a YHWH, en un intento por consolidar un monoteísmo más estricto. Sin embargo, como varios estudiosos han señalado, la subordinación de estos "hijos de Dios" a YHWH no compromete el monoteísmo, ya que estos seres celestiales no compiten con la supremacía del Dios Altísimo. Por lo tanto, tanto la LXX como los textos de Qumrán, al conservar una lectura más antigua y teológicamente coherente con el monoteísmo israelita, ofrecen una representación más fiel del pasaje original de Deuteronomio.
[1] La ontología se refiere al estudio metafísico
de la naturaleza del ser.
[2] Los fragmentos del
Qumran que tienen Deuteronomio son: 4QDeutj, 4QDeutkl,
4QDeutn y 4QDeutq.
[3] Una lectura que conservan versiones griegas
posteriores de la LXX: Aquila, Símaco, y Teodoción.
[4] Se apoya esta
lectura dada por el TM en conexión, primero, con los capítulos 10-11 de Génesis. Vemos allí que el Todopoderoso es quien realiza la
distribución geográfica a la Genealogía de las naciones (también llamado: Tabla
de las Naciones). Esta “Genealogía de las naciones” está catalogada por 70
naciones (estas
naciones son familias de los hijos de Noé [10:32]), pero no se incluye a Israel. Como Israel sería la
porción de YHWH, entonces no fue
contada entre las 70 naciones. Esto apuntaría a que la distribución en Génesis
10-11 era un indicio de lo que más adelante sería revelado en Deuteronomio
32:8. Además, más adelante, en Génesis 46:27 y Éxodo 1:5 leemos
que 70 miembros de la familia de Jacob fue a Egipto en los días de José. Estos
70 que bajaron a Egipto serían los “hijos de Israel”, y esto ya estaría
atestiguado en Deuteronomio 10:22 (las “70 almas”).
[5] New American Bible (Revised Edition)
(NABRE) tiene esta traducción en el pasaje.
[6] Craigie, P., 1976. The book of Deuteronomy. Grand
Rapids: W.B. Eerdmans, p.379. La
versión de la Biblia Nueva Traducción Viviente (NTV) vierte en el pasaje
“según el número de su corte celestial”. New English Translation (NET) como “asamblea celestial”.
[7] Biddle, M. (2003). Deuteronomy (p.
474). Macon, Ga.: Smyth & Helwys Pub.
[8] La expresión “hijos de Dios” es aplicada a los israelitas en Oseas 1:10.
Sin embargo, la expresión en este caso tiene un significado diferente o metafórico
a diferencia de cuando se usa a los “hijos” angélicos de Dios. La expresión en
Oseas 1:10 se relaciona con la nueva relación de los israelitas con YHWH en
contraste con su rechazo de ellos (mencionado en el mismo versículo). Como
explica Géza Vermes: “Pero para un judío […] hijo de Dios podía referirse, en
un orden ascendente, a cualquiera de los hijos de Israel; o a un buen judío; o
a un santo judío carismático; o al rey de Israel; o en particular al Mesías
real; y finalmente, en un sentido diferente, a un ser angélico o
celestial” (Vermès, G., 2003. Jesus in His Jewish Context. Minneapolis: Fortress Press, p.66,
énfasis añadido).
[9] Entre las obras Pseudo-Clementinas
tenemos a Recognitiones, una obra del siglo IV basado en un texto fuente
del siglo II, esta interpretó la división de las naciones de la siguiente
manera: “Porque el Dios Altísimo, que es el único que tiene el poder de todas
las cosas, ha dividido todas las naciones de la tierra en setenta y dos partes,
y sobre ellas ha designado a los ángeles como príncipes. Pero a aquel de entre
los arcángeles que es más grande, se le encomendó el gobierno de aquellos que,
antes que todos los demás, recibieron el culto y el conocimiento del Dios
Altísimo. [...] Así, los príncipes de las diversas naciones son llamados
dioses. Pero Cristo es el Dios de los príncipes, que es Juez de todos” ((Pseudo)Clementine
Recognitions 2.42, en The Ante-Nicene Fathers, ed. Alexander Roberts and James Donaldson [1885; reimpreso, Peabody, Mass.:
Hendrickson, 1994], 8:109).
[10] Sanders, P., 1996. The
Provenance of Deuteronomy 32. Leiden: Brill, pp. 155-159.
[11] Duane L. Christensen, “Deuteronomy”, Word
Biblical Commentary. Nashville: Thomas Nelson Publishers, 2002, p. 796.
[12] John W. Wevers, Notes on the Greek Text of Deuteronomy (SBLSCS
39; Atlanta: Scholars Press, 1995), 513.
[13] Berlin, A., Brettler, M., & Fishbane, M.
(2004). The Jewish Study Bible (p. 441). Oxford: Oxford
University Press.
[14] Himbaza, I. 2002. “Dt 32, 8, une correction tardive des scribes: essai
d'interprétation et de datation.” Biblica 83 (4): 537.
[15] La New
Revised Standard Version, Anglicised (NRSVA) lo vierte de esta manera
(“según el número de los dioses”).
[16]
Himbaza. “Dt 32, 8, une correction tardive des scribes: essai d’interprétation
et de datation.” 542. Véase también A. Schenker, “Le monothéisme israélite: un
dieu qui transcende le monde et les dieux”, Bib 78 (1997) 438-441.
[17] Ejemplo de la Reina
Valera 1960 (RV60).
[18] Jeffrey H. Tigay, 1996. Deuteronomy, JPS Torah Commentary.
Philadelphia Jewish Publication Society, p. 516. R. Timothy McLay
analizando 4QDeutq, tiene
la traducción: “¡Alabad, cielos, a su pueblo!
Adórenlo, todos los dioses, porque él reivindica la sangre de sus hijos” (McLay, T., 2003. The Use of the Septuagint in New Testament. Grand Rapids, Michigan: W.B.
Eerdmans Pub., p.112).
[19] New English Translation of the Septuagint (NETS).
[20] Una razón probable por la cual la LXX sigue tal
lectura en Deuteronomio 32:43, puede deberse a que los traductores encontraron
aquella lectura en el texto hebreo que disponían en ese momento, es decir, que
es posible que el texto hebreo base haya sido una recensión bastante antigua y
más pura que la que poseemos ahora.
[21] Heiser, Michael, “Deuteronomy 32:8 and the Sons of God” (2001). LBTS
Faculty Publications and Presentations. 279. p. 59.
[22] Existe una gran
probabilidad de que Deuteronomio 32:43 (LXX) sea la fuente de la cita del autor
de Hebreos. En Hebreos 1:6 leemos (traducción literal): y ríndanle homenaje a
él todos (los) ángeles de Dios (καὶ προσκυνησάτωσαν
αὐτῷ πάντες ἄγγελοι θεοῦ), en Deuteronomio 32:43 (LXX) leemos: y ríndanle
homenaje a él todos (los) hijos de Dios (καὶ προσκυνησάτωσαν
αὐτῷ πάντες υἱοὶ θεοῦ). Deuteronomio 32:43 (LXX) vierte “hijos de Dios”
mientras que en Hebreos 1:6 “ángeles de Dios”. Sin embargo, aún más cercano a
la lectura de Hebreos 1:6 es un texto añadido al salterio griego. Entre las
Odas de Salomón (2:43) se vierte: y ríndanle homenaje a él todos los
ángeles de Dios (καὶ προσκυνησάτωσαν αὐτῷ πάντες οἱ ἄγγελοι θεοῦ). La diferencia con
Hebreos (1:6) es que la Oda lleva el artículo definido “los” (οἱ). Con todo lo
anterior visto, parece posible afirmar que la cita de Hebreos 1:6 viene de un
texto hebreo que no es el TM. Por otro lado, se suele apelar a que en realidad
el autor de Hebreos estaba citando el Salmo 96(97):7 (ríndanle homenaje a él
todos los ángeles suyos, προσκυνήσατε αὐτῷ, πάντες οἱ ἄγγελοι αὐτοῦ) pero no hay gran
semejanza con el texto de Hebreos 1:6 ya que el Salmo (96[97]:7) no empieza con
καὶ (“y”), y sobre
todo, por la forma de terminar el pasaje: “ángeles suyos” o “sus ángeles” (ἄγγελοι
αὐτοῦ)
(y no “hijos” o “ángeles de Dios”). Todo el conjunto de palabras para la cita
de Hebreos 1:6 está presente en Deuteronomio 32:43 (LXX), esto resta
probabilidad a que la cita fue el Salmo 96(97):7. De todos modos, como el autor
de Hebreos cita el Salmo 2:7 y 2 Samuel 7:14 en Hebreos 1:5, entonces es
totalmente posible de que haya citado (o haya sido la base que lo llevó a citar
de la forma en que lo hizo) Deuteronomio 32:43 en Hebreos 1:6.
[23] “Los versículos 12
y 39 dicen que no hay ningún dios ‘con’ YHWH. Estas afirmaciones se refieren a
su actividad: YHWH es el único dios que actúa en nombre de Israel. En ese
sentido, no hay otro dios con él. [...] Aunque el trasfondo conceptual del
pasaje [Deuteronomio 32:8-9] puede ser arcaico, el mensaje del pasaje está
completamente en consonancia con las afirmaciones ‘monoteístas’ de la canción:
pueden existir otros dioses -de hecho, existen- pero para Israel el único dios
significativo es YHWH. Incluso es el dios más alto (עליון) y los otros
dioses (אלהים בני) están subordinados a él” (Sanders, P., 1996. The Provenance of Deuteronomy 32. Leiden:
Brill, p. 427).
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