¿Hizo alusión Pablo al Shemá en 1 Corintios 8:6?

 


Muchos teólogos contemporáneos hacen énfasis a estas palabras de Pablo: “para nosotros, sin embargo, solo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él” (1 Cor. 8:6 RV60). Algunos eruditos como Bauckham, Hurtado y Wright[1] piensan que aquí hay una referencia al Shema: “Escucha, oh Israel, el SEÑOR [YHWH] es nuestro Dios, el SEÑOR [YHWH] uno es” (Dt 6:4).  Crispin Fletcher-Louis nos resume la idea sobre la vinculación de estos dos pasajes:

Pablo hace mucho más que evocar el shema. Como muestra mi subrayado del vocabulario compartido, 1 Cor 8,6 es una reelaboración del shema en la que la identidad del Dios único se divide en dos . . . Pablo sigue creyendo que hay un solo Dios (v. 4) -no se ha convertido en un diteísta-, pero dada la forma en que se ha abierto y reinterpretado el shema, el Dios único es ahora misteriosamente dos.[2]

Bowman y Komoszewski también aceptan esta idea[3]. No comprendo el por qué “dividir la identidad de Dios en dos” si Pablo no nos dice que esté haciendo tal cosa. Tampoco convertiría a Pablo en un diteísta dada su insistencia en que hay un solo Dios, a saber, el Padre. Además, se podría argumentar que la “inclusión” de Jesús “en la identidad divina” es compatible con que sea distinto de Dios como individuo y por naturaleza. Al fin y al cabo, no podría significar otra cosa que Dios ha elegido hacer de Jesús su mediador definitivo a partir de este momento, es decir, que Dios ha elegido de aquí en adelante ser el Dios al que sólo se llega a través de Jesús.

Pablo enseña con mucha claridad que el único Dios es el Padre, mientras que Jesucristo es el “Señor”, muy probablemente en el sentido de Hch. 2:36, Sal. 110:1 y Dn. 7:13-14. En Hch. 2:36 leemos que el Padre “hizo” a Jesús “Señor” y lo exaltó a una posición superior, según Fil. 2:9. Notamos, entonces, que el Padre no es Señor por causa de otro, mientras que el Hijo sí. Las referencias a Jesús como “Señor” deben leerse teniendo esto en cuenta. Como Ernest De Witt Burton observó: “La expresión ‘Señor Dios’ (Yahweh Elohim) se aplica a menudo en el Antiguo Testamento a Dios, al igual que su equivalente griego en la Septuaginta y en el Nuevo Testamento; pero este último nunca se aplica a Jesús.”

YHWH, el Dios de los judíos, es a quien Jesús llamó Padre y a quien también enseñó a todos sus discípulos a dirigirse como “Padre” en sus oraciones. Por lo tanto, una referencia o reescritura adecuada del Shema habría requerido que Pablo dijera: “un solo Señor, el Padre, y un solo Dios, Jesucristo”. Este es el orden de las palabras tal como aparecen en Deut. 6:4, después de todo: primero “Señor” y luego “Dios”. Alternativamente, podría haber escrito: “un solo Dios y Señor, el Padre y su Hijo Jesucristo”. Esta última posibilidad habría sugerido mucho más fuertemente una teología binitaria o posiblemente proto-trinitaria en Pablo y habría sido natural para él escribir si sostenía tal perspectiva. Sin embargo, eso no es lo que leemos en su texto. Por tanto, se puede concluir que, dado que llama “Dios” al Padre, y “Señor” a Jesús, no se refiere al Shemá ni lo “reescribe”[4].

Jesús tiene completa autoridad sobre el pueblo de Dios. De hecho, él es “nuestro único Dueño y Señor” (Judas 4; cf. Jn. 17:6). Esto es así porque el Padre dio a su Hijo toda autoridad en el cielo y en la tierra; el señorío que Jesús ejerce es el que le ha sido delegado por YHWH[5] (Mt. 28:18; cf. Dn. 7:13-14). Cuando él, como Señor y Rey, cumpla la voluntad de su Padre, volverá a someterse a la soberanía suprema del “único Dios” (1 Cor. 15:24-28).



[1] N. T. Wright, The Climax of the Covenant: Christ and the Law in Pauline Theology (Minneapolis: Fortress Press, 1993), p. 115; Bauckham, Jesus and the God of Israel, pp. 100–101; Hurtado, One God, One Lord, p. 95.

[2] Crispin Fletcher-Louis, Jesus Monotheism, vol. 1: The Emerging Consensus and Beyond (Eugene: Cascade Books, 2015), p. 10.

[3] Bowman and Komoszewski, Putting Jesus in His Place, p. 166.

[4] Véase Thomas Gaston and Andrew Perry, “Christological Monotheism: 1 Cor 8.6 and the Shema,” Horizons in Biblical Theology 39, no. 2 (2017): pp. 176–196.

[5] Sobre la aplicación de κυριος a Jesús explico a más detalle en mi estudio titulado “El κύριος de Romanos 10:13 y el Nombre Divino” disponible en https://www.academia.edu/67981713/El_κυριος_de_Romanos_10_13_y_el_Nombre_Divino

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