Una enseñanza de los Testigos de Jehová de gran aprecio

Los Testigos de Jehová (TJ) se caracterizan principalmente por predicar “las buenas noticias del Reino en toda la tierra . . . para dar testimonio a todas las naciones” (Mat 24:14). Soy TJ, y lo soy en tanto acepto nuestras enseñanzas más básicas y esenciales. Hay enseñanzas secundarias y terciarias las cuales no estoy de acuerdo, y en otras soy escéptico. Sin embargo, para los TJ, lo que enseña la Biblia en su sentido más explícito es lo que más importa, y es a este conjunto de enseñanzas las que llamamos “la verdad”[1]. Dicho de otro modo, lo que nos mantiene “completamente unidos en la misma mente y en la misma forma de pensar” (1 Cor 1:10 TNM) son las enseñanzas esenciales, básicas y explícitas de la Biblia. El resto de enseñanzas no tienen un valor especial en el papel de la salvación. Como TJ, considero que hay enseñanzas que tienen una base puramente bíblica, y no he tenido problemas en aceptarlas. Soy una persona muy crítica en cuanto a creencias o doctrinas se refiere, intento ser sumamente honesto intelectualmente. No obstante, en mi análisis puedo decir que las enseñanzas más básicas de los TJ tienen una base escritural sólida. Hoy haré mención a una de ellas. De hecho, es una de las que más me agradan: no ser parte del mundo (Jn 17:16).

    La palabra griega traducida por “mundo” es κόσμος (cosmos) y aparece alrededor de unas 200 veces en el Nuevo Testamento (NT). Esta palabra puede referirse a 1) los gentiles contrastados con los judíos (Rom 11:12), 2) toda la humanidad a la que Dios ama (Jn 3:16; 2 Cor 5:19), y 3) a los individuos fuera de la verdadera congregación cristiana (Jn 17:16). En este último pasaje Jesús dice que “el mundo” odiaría a sus seguidores, es decir, a la verdadera congregación cristiana. La referencia también aparece cuando Satanás intentó hacer tropezar a Jesús diciéndole: “pues a mí me ha sido entregado [el mundo y sus reinos], y a quien quiero se lo doy” (Lc 4:6 NBLA). Jesús habló de Satanás como “el príncipe de este mundo” (Jn 14:3), y Pablo llamó a Satanás el “dios de este mundo” (2 Cor 4:4). El apóstol Juan escribió: “el mundo entero está bajo el control del maligno” (1 Jn 5:19).

    El último pasaje de Juan es claro. Se nos dice que el mundo, de alguna forma, está bajo el poder de Satanás. Esto no significa que Satanás tenga algún tipo de poder directo y constante sobre los individuos que forman parte de los gobiernos, tampoco significa que estos sean malvados. Es evidente que los gobiernos siempre hablan y luchan por el cambio o la paz en sus naciones. La mayoría de ellos son personas muy sinceras que gastan gran parte de su vida por hacer un cambio significativo al mundo. Satanás es la misma maldad y tiene su poder sobre este mundo. En consecuencia, esto significa que las principales problemáticas mundiales no podrán resolverse hasta que Dios venga, limpie la maldad y establezca su reino.

    Los TJ toman la Biblia de forma literal siempre y cuando el contexto no diga lo opuesto. Desde esta base, se toma enserio el papel de Jesús como Rey, siendo nosotros parte de su gobierno como una nación; un pueblo bajo el único reinado de Jesús. Entonces, ¿qué significa ‘no ser parte del mundo’? Pablo habla de sí mismo y de sus compañeros cristianos: “Por tanto, somos embajadores de Cristo” (2 Cor 5:20 NBLA). A simple vista estas palabras son muy simples, pero creo que tiene una enseñanza sumamente importante en el fondo. Un embajador en un país extranjero seguirá las leyes del país anfitrión, y los TJ se esforzarán por cumplir las leyes de sus respectivos países, esto, en cumplimiento de Romanos 13:1-7. Pero un embajador no formará parte de las fuerzas armadas del país anfitrión. Y los TJ es la única denominación mundial que niega rotundamente hacer el servicio militar. Esto se conecta con otro identificador de los verdaderos cristianos, pues Jesús dijo: “En esto conocerán todos que son Mis discípulos, si se tienen amor los unos a los otros” (Jn 13:35 NBLA).

    En lo personal tengo un gran respeto intelectual a la Iglesia Católica. Admiro sus aportes a la humanidad y la buena influencia que ha tenido en ella. Su aporte a la ciencia, filosofía, arte e historia es indiscutible[2]. Si bien es cierto que la Iglesia oficialmente se opone a la guerra en general, sin embargo, sostiene una doctrina llamada “Guerra Justa”. Esta doctrina impone estrictas condiciones para efectuar una guerra, pero “justa”[3].  A esto tengo que decir que la enseñanza bíblica es clara: al ser embajadores de Cristo, bajo ningún concepto se participará en las guerras de las que el país anfitrión está envuelto. Cuando los miembros de una misma denominación cristiana luchan entre sí en una guerra, demuestran que no se aman y que no son discípulos de Jesús. 

    Por otro lado, los grupos evangélicos entienden la expresión no ser parte del mundo en el sentido de no vivir en pecado. En ese sentido, apartarse del mundo es solamente no vivir como vive la mayoría: practicando el pecado. Este es un concepto razonable y también bíblico (2 Pe 1:4; Ef 2:12). Sin embargo, este concepto parece no ser completo si se toma en cuenta la enseñanza de que también somos “embajadores”. Una enseñanza complementa a la otra y nos dan el panorama completo: No ser parte del mundo no solamente se reduce a la vida apartada del pecado, sino también apartada de la política o cualquier actividad que envuelva a la misma. 

    Por esta razón los TJ tampoco hacemos juramentos a la bandera del país de residencia, ni cantamos el himno nacional[4]A nivel personal he conocido evangélicos que también evitan involucrase en la política, y otros incluso también han rechazado jurar a la bandera; loable a todas luces. No obstante, los TJ es el único grupo religioso oficial y de escala mundial que es políticamente neutral en cada país, y que no vota por ningún partido político en particular. De lo contrario, de nuevo, no estamos cumpliendo con el papel cristiano de ser “embajadores”, tampoco de Jesús como nuestro único Rey. Por lo tanto, puedo decir que los TJ es la única denominación cristiana que cumple de forma más pura, bíblica, simple y completa esta enseñanza.

    No formar parte del mundo también significa que los TJ no tienen las aspiraciones y objetivos del mundo, por ejemplo, hacerse ricos e influyentes. Llevamos una vida normal; nos gusta la buena comida; apreciamos tener tiempo libre y vacaciones. Somos tan humanos como todos los demás; imperfectos, cometemos errores, pero hacemos lo posible por atenernos a los principios bíblicos y aplicarlos a nuestra vida. Los puntos discutidos anteriormente muestran la clara diferencia entre los TJ y las demás denominaciones. Esta diferencia identifica a los TJ como una religión verdaderamente cristiana.






[1] Muchos opositores sacan en cara que los TJ han tenido “verdades que cambian”. Dicen que la verdad no cambia, por lo tanto, lo que enseñamos no es la verdad. Sin embargo, este pensar recae en un mal concepto de lo que nosotros llamamos “verdad”. Es muy cierto que la verdad no cambia. Pero cuando yo digo que los TJ tienen la verdad, me refiero a que sus enseñanzas más básicas y esenciales son correctas y son las únicas que corresponden con la realidad; aquellas verdades o enseñanzas establecidas en la Biblia de forma explícita, y estas sí que no cambian. ¡Así que estamos de acuerdo con los detractores en esto! Cuando los detractores nos atacan con este mal concepto, no se dan cuenta que los TJ hacemos una diferencia entre “verdad” y “mejor entendimiento”. Esto aplica en el aspecto profético (y es en este aspecto al que atacan los opositores). Por ejemplo, los TJ tienen un entendimiento razonable de lo que será la Gran Tribulación. ¿Es su interpretación absolutamente verdadera? Solo una cosa es absolutamente verdadera: habrá un momento en la historia que será identificada como la Gran Tribulación. Pero otra cosa es el mejor entendimiento de los detalles de la misma: los detalles sobre cómo, dónde y cuándo ocurrirá este futuro evento real llamada Gran Tribulación. La Biblia no da todos los detalles, pero tampoco corresponde una violación a la Biblia conjeturar con discreción sobre ciertos detalles considerados importantes. Estos detalles pueden extraerse de ciertos pasajes bíblicos, o también a través de los eventos que ocurren poco a poco hasta cumplirse la profecía. Esto es, de alguna forma, mantenerse alerta (Mt 24:42). A la final, los TJ no somos dogmáticos en el entendimiento de las profecías, y reconocemos abiertamente que una profecía se entiende mucho mejor una vez cumplida.

[2] Muchos de los lectores tal vez objetarán con el tema de la Inquisición, o también llamado Santo Oficio. Sinceramente, este es el tema histórico peor comprendido por la humanidad. Para entender lo que realmente fue la Inquisición, recomiendo Iturralde, C. (2019). La Inquisición: Un tribunal de misericordia. [S.l.]: Parresía. Henry Kamen, The Spanish Inquisiton: A Historical Revision, Yale University Press, New Haven, 1999; Edward M. Peters, Inquisition, University of California Press, Berkeley, 1989. [Ed. española: La inquisición española, Editorial Crítica, Barcelona, 2005]. Véase también Woods, T. (2017). How The Catholic Church Built Western Civilization. Washington: Regnery Publishing; Hodgson, P. (2005). Theology and Modern Physics. Routledge.

[3] What Is a ‘Just War’?. (2022). Retrieved 11 September 2022, from https://www.catholic.com/qa/what-is-a-just-war

[4] En algunos países, las instituciones educativas obligan hacer un juramento a la bandera a los estudiantes que están cursando la última fase de secundaria. En mi país hay este reglamento. En otros tienen que ejercer el servicio militar por algún tiempo (e.g. Colombia, Grecia, etc). Cuando me tocó hacer el juramento a la bandera, no me arrodillé ante ella, ni la besé. De lo contrario corresponde a un acto de veneración importante la cual, como cristiano, no estoy de acuerdo. Hacer dicho acto me compromete a defender mi patria, esto implica luchar por mi patria en una guerra. Como hemos visto, este acto tiene un trasfondo que viola mis ideales y principios como cristiano. De nuevo, no hacerlo cumple de forma pura y clara nuestro papel como “embajadores” de un Reino que no es parte de este mundo (Para una explicación oficial véase “¿Por qué no se involucran los testigos de Jehová en asuntos políticos?” en https://www.jw.org/es/testigos-de-jehová/preguntas-frecuentes/neutralidad-política/)

Comentarios

  1. Excellent writing. This is a balanced presentation showcasing a mature viewpoint.

    Especially pertinent is the distinction highlighted in footnote 1 between "verdad” & “mejor entendimiento."

    When an inappropriate emphasis is placed on secondary/tertiary/speculative matters, obsession along with a wrong understanding of God's mode of direction often follows, ultimately to one's own detriment.

    This article is the opposite of that, and in fact is valuable in counteracting said attitudes.

    Thanks Israel!

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  2. * http://defendingjehovahswitnesses.blogspot.com/2009/11/index-sites-and-pages-in-defense-of_2379.html?m=1


    * http://dismythed.blogspot.com/?m=0

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