El profundo significado de amar a Dios "con toda la mente"

No es nuevo el evidente crecimiento exponencial del secularismo en occidente. Todas las denominaciones cristianas (sin excepción) se están viendo afectadas poco a poco conduciendo a los miembros a adoptar conductas no bíblicas, o hasta conductas irracionales[1]. Esto me ha llevado a reflexionar sobre las posibles consecuencias que podemos tener a futuro. Es por ello que veo pertinente explorar lo que realmente consiste amar a Dios “con toda tu mente” (Mt 22:37). Creo que su significado es muy aplicable para la situación mencionada. La expresión en sí misma tiene una implicancia intelectual, es decir, el uso propio del intelecto humano, el uso de la capacidad analítica y de razón en su máximo grado. ¿Cómo se relaciona esto con “amar” a Dios? Lo veremos analizando el ejemplo de Jesús y el apóstol Pablo[2].

 

Una fe racional

Muchos cristianos en la actualidad están susceptibles al cambio de posturas y formas de concebir la realidad. El problema raíz de esto es debido a la nula base (o en ciertos casos, débil) que hay en sus creencias. No es de extrañar ver a pseudointelectuales (comúnmente agnósticos y ateos “pop”) acusando a los cristianos de ignorantes, lo cual es absurdo. Lastimosamente muchos cristianos se han hecho parte de estos ideales ya sea por ignorancia, o por algún motivo emocional (malas experiencias con la religión). Pero este escrito está más centrado en cómo debemos actuar y reaccionar los cristianos ante la problemática; y cómo la misma Palabra de Dios nos dice cómo hacerlo.

En primer lugar, leemos en Romanos 12:1 que el apóstol Pablo ordena a los cristianos romanos a tener un “culto racional” (RV60; λογικν λατρείανlogos latreian), o como lo traduce la TNM: “servicio sagrado con su capacidad de razonar”. Esto es muy significativo para lo que dice en el v.2 (NBLA):

Y no se adapten a este mundo, sino transfórmense mediante la renovación de su mente, para que verifiquen cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno y aceptable y perfecto.

Note que nos dice que no podemos “verificar”, es decir, “dar a conocer a nosotros mismos [y por ende a los demás]” lo que es la voluntad de Dios sin la renovación o transformación de nuestras mentes. Claramente Pablo coloca a la mente al frente y al centro del escenario espiritual. El apóstol quiere decir que debemos estar disponibles para hacer el trabajo duro de entender lo que Dios ha dicho en Su Palabra y tomar el tiempo de estudiarlo para poder transformar nuestras mentes.

Por otro lado, las Escrituras nos dicen que Jesús creció en conocimiento, adquirió habilidades, etc. Pero en una ocasión él citó las palabras de Deuteronomio 6:5: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente” (Mt. 22:37). ¿Qué pueden significar estas palabras? Dios es digno de ser amado con todos los aspectos del humano, no simplemente con uno o dos aspectos de nuestro ser. Observe cuidadosamente que Jesús incluyó un amor intelectual por Dios con la mente. Además, es muy interesante el contexto en el que Jesús citó este pasaje, i.e, cuando un experto en la ley mosaica desafió el conocimiento sobre el Antiguo Testamento a Jesús (Mt 22:35-40).

En Mateo 22:23-33, un grupo de saduceos (que no creían en la resurrección de los muertos) trató de atrapar a Jesús con un argumento intelectual que incluía la historia de una mujer que había estado casada sucesivamente con siete hermanos. Ellos le preguntaron: “¿de cuál de los siete será ella esposa?” (22:28). Las opciones de Jesús parecían ser: (1) negar la resurrección, (2) aceptar la poligamia y el adulterio afirmando su matrimonio con los siete en el cielo, o (3) limitar injusta y arbitrariamente su matrimonio a un solo hermano. Es interesante notar que Jesús hizo algo que sus seguidores deberían imitar: respondió inteligentemente a la pregunta de los saduceos.

En primer lugar, abordó la cuestión superficial negando la condición necesaria para que el argumento de los saduceos se pusiera en marcha; es decir, negó que hubiera matrimonio en el cielo. A continuación, abordó la cuestión más profunda de la resurrección, y su estrategia es instructiva. Cita lo que a primera vista parece ser un versículo inadecuadamente relacionado con el tema de la resurrección: “‘Yo soy el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob’. Él no es el Dios de los muertos, sino el de los vivos” (22:32 TNM). ¿No era mejor haber citado Daniel 12:2 para esta oportunidad?

El nivel intelectual de Jesús se revela cuando reconocemos que había estudiado la teología saducea y sabía que no aceptaban la plena autoridad de los profetas, esto incluye Daniel. También sabía que el mismo pasaje que utilizó era uno de los versículos que definían a todo el partido saduceo. Su argumento giraba en torno al tiempo del verbo hebreo. Jesús al citar el pasaje, en este no estaba escrito: “yo era” su Dios, sino “yo soy” su Dios. Esto daría significado aún en su presente y oportuno para la ocasión.

Entonces dos cosas importantes sobre la narración:

1.     Jesús reveló sus habilidades intelectuales en el debate al: (1) mostrando su familiaridad con el punto de vista de sus oponentes; (2) apelando a un terreno común (un texto que todos los contendientes aceptaban) en lugar de expresar un texto bíblico que él aceptaba pero que ellos rechazaban (Daniel 12:2); y (3) utilizando hábilmente las leyes de la lógica para diluir el argumento de sus oponentes y refutarlo.

2.     Dado que constituye el contexto inmediatamente anterior a Mateo 22:37-39, este incidente puede informar, al menos en parte, de lo que significa amar a Dios intelectualmente: estar preparado para defender la verdad y el honor de Dios cuando se les cuestiona y, hacerlo con respuestas pensadas.

Este ejemplo de Jesús nos conecta con otro ejemplo y enseñanza. En 1 Pedro 3:14-15 nos dice explícitamente (LBLA):

14 Pero aun si sufren por causa de la justicia, dichosos son. Y no tengan miedo por temor a ellos ni se turben, 15 sino santifiquen a Cristo como Señor en sus corazones, estando siempre preparados para presentar defensa ante todo el que les demande razón de la esperanza que hay en ustedes. Pero háganlo con mansedumbre y reverencia.

14 λλ’ ε κα πάσχοιτε δι δικαιοσύνηνμακάριοιτν δ φόβον ατν μ φοβηθτε μηδ ταραχθτε15 Κύριον δ τν Χριστν γιάσατε ν τας καρδίαις μντοιμοι ε πρς πολογίαν παντ τ ατοντι μς λόγον περ τς ν μν λπίδος,

Dos palabras clave son fundamentales para el significado de Pedro: defensa (πολογίανapologia) y razón (λόγονlogos). La palabra apología primariamente significa “defender algo”[3], esto envuelve la formulación de argumentos positivos a favor y respondiendo a los argumentos negativos en contra de su posición. Es importante reconocer que esta es exactamente la forma en que el apóstol Pablo hizo la evangelización (lea Hechos 14:15-17; 17:2,4,17-31; 18:4; 19:8). Además, dio libertad a los de Berea de comprobar sus enseñanzas: “todos los días examinaban con cuidado las Escrituras para ver si estas cosas eran tal como les decían” (Hc 17:11 TNM). Muy probablemente Pablo tuvo que abordar objeciones y proporcionar respuestas a estos bereanos estudiosos. Ante todo, así persuadía a la gente para que se hiciera cristiana ofreciendo argumentos racionales en favor de la verdad del evangelio. Incluso citó con aprobación a dos filósofos paganos: Epiménides y Arato (Hc 17:28) como parte de sus argumentos a favor del evangelio[4]. Después de todo, en 1 Pedro 3:15 el apóstol no sugiere que estemos preparados para hacerlo, sino que lo ordena[5] (vea la nota).

La palabra λογος puede significar “una comunicación mediante la cual la mente encuentra expresión, palabra de expresión, principalmente oral”, “calcular, razonar/pensar”[6]. En el contexto del pasaje, se puede definir como la presentación de la evidencia o el argumento que justifica racionalmente la creencia[7]. Pensémoslo así, si sabes algo, lo que sabes debe ser al menos verdadero y debes creerlo. Por decirlo de algún modo, tener “creencias” (aunque sean verdaderas) no necesariamente es sinónimo de “conocimiento”. Se puede tener muchas creencias verdaderas que no cuentan como conocimiento.

Por ejemplo, supongamos que recibes un golpe en la cabeza y, como resultado, de algún modo te formas la creencia (verdadera) de que un tal Demócrito en la antigüedad habló sobre los átomos, nadie afirmaría que tú sabías que esto era así, en comparación con un historiador que ha estudiado la Grecia Antigua durante 4-5 años. Tanto tú como el historiador poseen esta creencia verdadera, pero él tiene conocimientos fundados y tú no. ¿Cuál es la diferencia? En este caso el historiador tiene una creencia junto con el λογος (razón, evidencia), pero tú no tienes. El historiador tiene buenas razones que justifican su creencia, tú tienes una fe ciega que, por casualidad, resultó ser verdadera (una fe sin base).

Aplicado a nuestro punto, Pedro está diciendo que debemos estar preparados para dar argumentos racionales y buenas razones de por qué creemos lo que creemos, y esto envuelve la mente. La referencia de Pedro a la mansedumbre y la reverencia implica que debemos argumentar, pero no ser argumentativos en prepotencia. ¿Has tenido miedo de defender a Dios y a Jesucristo cuando se ha presentado la oportunidad? Y cuando lo has hecho, ¿has resultado superficial, reaccionario, emocional y a la defensiva? Si es así, no hay nada mágico para cambiar esto, se debe dedicar tiempo al estudio, análisis, comparación y lectura. Este fue el consejo de Pedro a los cristianos que estaban siendo atacados en su entorno, esta orden es aún válida para nuestros tiempos. La batalla moderna ahora es más emocional que intelectual, así que, al hacer uso del intelecto sobre lo emocional lo convierte en una ventaja hacia nuestro lado.

 

Conclusión

Hay una sólida base bíblica para el uso de la mente al presentar respuestas, razones y evidencia de nuestra fe. Al igual que 1 Pedro 3:15, Judas 3 nos alienta a luchar “tenazmente por la fe” (TNM). La expresión incluye claramente la idea de una lucha intelectual, una idea también expresada por el apóstol Pablo cuando dijo en 2 Corintios 10:4-5 (LBLA):

4 porque las armas de nuestra contienda no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas; 5 destruyendo especulaciones y todo razonamiento altivo que se levanta contra el conocimiento de Dios, y poniendo todo pensamiento en cautiverio a la obediencia de Cristo

La forma principal en que las personas influyen en otras personas es a través de las ideas que logran que otros acepten, muchas de las veces introducen matices emocionales para llegar más fácilmente a cristianos vulnerables. Por lo tanto, las herramientas intelectuales y el razonamiento son una parte importante, aunque no la totalidad de la guerra espiritual. Los otros componentes principales son la preparación espiritual, el discernimiento, el valor y la sabiduría.

En Hechos, Pablo argumentó, razonó, presentó pruebas y trató de persuadir racionalmente a otros para que se hicieran cristianos (Hechos 14:15-17; 17:2-4,16-31; 18:4; 19:8-9). Puso en el centro de la escena la verdad y la razonabilidad del evangelio, no solamente desde el lado emocional. Ambos son importantes, pero el énfasis paulino es en el primero (compare Flp 1:7). Jesús y Pablo continuaban un estilo de persuasión aprendido por los profetas del AT. Comúnmente los profetas apelaban a la evidencia para justificar la creencia en el Dios bíblico o en la autoridad divina de su mensaje inspirado: la profecía cumplida, el hecho histórico de los milagros, la finitud de las deidades paganas para ser causa de un universo entero en comparación con el Dios YHWH.

Cuando alguien mostraba tener una duda sincera no decían: “Dios lo dijo y ya ¡debes creerlo!”. Sino que proporcionaron una defensa o explicación racional de sus afirmaciones y/o creencias. La misma expresión podemos “actualizarla” a nuestros tiempos: “El pastor lo dijo, ¡debes aceptarlo y creerlo!”; “el Cuerpo Gobernante lo dijo, ¡acéptalo y no cuestiones!”[8]. Obedecer sin sólidas razones no es seguir el mandato bíblico de tener un “culto racional” (Rom 12:1 RV60). Cuando alguien posee una duda sincera, ¿cómo debemos actuar? Judas 22 nos lo responde: “Además, sigan teniéndoles misericordia a algunos que tienen dudas” (TNM).

Así que no hay razón para ponerse a la defensiva con quienes manifiestan tener dudas sinceras de su fe, de lo contrario es irracional y solo los ahuyentará. Seamos amorosos con quienes tienen dudas sinceras, preparémonos intelectualmente para no ser afectados por las mismas, esto será posible si en nuestra adoración está presente la “capacidad de razonar” (Rom 12:1 TNM) y lo aplicamos también con el individuo que duda. Sigamos proveyendo respuestas racionales para la conversión del creyente potencial. Abrámonos a la voluntad de “cimentar” la fe racionalmente y también nuestra capacidad de defensa. El cristianismo es profunda y poderosamente intelectual, y su Dios YHWH también, ¿cómo podemos mostrar esta gran verdad a un mundo escéptico que quiere socavar el fundamento moral de nuestra realidad (Dios) sin preparación previa por nuestra parte?



[1] Charles Malik, “The Other Side of Evangelism”, Christianity Today, 7 November 1980, p. 40, opina sobre la problemática en Estados Unidos: “Debo ser franco con ustedes: el mayor peligro al que se enfrenta el cristianismo evangélico estadounidense es el peligro del anti-intelectualismo. No se cuida lo suficiente la mente en sus alcances más grandes y profundos. Pero la nutrición intelectual no puede tener lugar aparte de una inmersión profunda durante un período de años en la historia del pensamiento y del espíritu. Las personas que tienen prisa por salir de la universidad y empezar a ganar dinero o a servir a la iglesia o a predicar el evangelio no tienen ni idea del infinito valor de pasar años de ocio conversando con las mentes y almas más grandes del pasado, madurando y agudizando y ampliando sus poderes de pensamiento. El resultado es que la arena del pensamiento creativo queda desocupada y abdicada al enemigo . . . Se necesitará un espíritu totalmente diferente para superar este gran peligro del anti-intelectualismo. Por ejemplo, digo que este espíritu diferente, en lo que concierne a la filosofía solamente (el dominio más importante para el pensamiento y el intelecto) debe ver el tremendo valor de pasar un año entero sin hacer nada más que estudiar intensamente la República o el Sofista de Platón, o dos años sobre la Metafísica o la Ética de Aristóteles, o tres años sobre la Ciudad de Dios de Agustín. Pero si se inicia ahora un programa intensivo en este y otros ámbitos, se tardará al menos un siglo en alcanzar a las Harvard, Tubinga y Sorbona, y para entonces ¿dónde estarán estas universidades?”

[2] Escrito basado en Moreland, J. (2012). Love Your God with All Your Mind. Colorado Springs, CO: NavPress.

[3] De acuerdo al Diccionario de BAGD (2021, p. 102), απολογια puede significar: “1 un discurso de defensa, defensa, réplica ἀκούσατέ μου τῆς πρὸς ὑμᾶς νυνὶ πολογίας escucha la defensa que ahora te hago Hch 22,1 (. πρός τινα como X., Mem. 4, 8, 5).  ἐμὴ τοῖς ἐμὲ ἀνακρίνουσιν mi respuesta a los que se sientan a juzgarme 1 Cor 9,3. Defensa escrita, disculpa Qua (1). 2 el acto de hacer una defensa, defensa, a) en el tribunal (Jos, Bell. 1, 621) ἐν τ. πρώτῃ μου . en mi primera defensa 2 Ti 4:16 (s. πρῶτος 1aα א). τόπον πολογίας λαμβάνειν περί τινος recibir una oportunidad de defenderse respecto a algo. Hch 25:16. b gener. de afán de defenderse 2 Cor 7:11. De defender el evangelio Fil 1:7, 16. ἕτοιμοι πρὸς πολογίαν παντί dispuesto a hacer una defensa ante cualquiera 1 Pt 3:153 alegación de atenuante, excusaοὐκ χειν άπολογίαν εἰπεῖν no poder decir en defensa PtK 3 p. 15, 23 (cp. Just., A I, 42, 2 παρέχειν). -DELG s.v. λέγω B. M-M”.

[4] Pablo tenía una alta formación rabínica, tenía un fino uso de las Escrituras en su evangelización. Estas técnicas las pongo de manifiesto en mi estudio Santillán, I. 2022. “El ‘κυριος’ de Romanos 10:13 y el Nombre Divino”, pp. 1-22. 

Disponible en Academia.edu: https://www.academia.edu/67981713/El_κυριος_de_Romanos_10_13_y_el_Nombre_Divino.

Disponible también en el blog: https://israelsanthi.blogspot.com/2022/06/el-de-romanos-1013-y-el-nombre-divino.html

[5] En Hechos 4:13 leemos que ciertos judíos de altura notaron que Pedro y Juan eran incultos y sin educación. Pero no debemos tomarlo como un relato anti-intelectual. Pues, los líderes judíos no querían decir que Pedro y Juan fueran irracionales o poco hábiles intelectualmente. Más bien querían decir que Pedro y Juan no habían recibido una educación rabínica formal. De este versículo no se desprende ninguna implicación sobre el valor de la educación en sí. Además, esto se dijo de Pedro al principio de su ministerio. Cuando escribió su primera epístola, unos treinta años después, había cambiado. Muchos liberales niegan que Pedro pudiera haber escrito 1 Pedro porque está escrito en un estilo griego muy culto e intelectual que probablemente no estaba al alcance de un simple pescador. Sin embargo, es más probable que Pedro siguiera su propio consejo (1 Pedro 3:15) y, desde el momento de Hechos 4:13 hasta el momento en que escribió su epístola, se dedicara al cultivo intelectual como parte de su discipulado al Señor Jesús. Cuando se le presentó la oportunidad de dirigirse a un grupo disperso de cristianos griegos, algunos de ellos muy instruidos, estaba a la altura de las circunstancias. Incluso si concedemos que Silvano pulió el estilo de Pedro (compárese con 1 Pedro 5:12), había límites en el grado en que un escriba podía ejercer tal pulido, y la gramática de Pedro habría sido mejor que la media y ciertamente una mejora sobre las habilidades lingüísticas griegas de un pescador típico. Además, el cuidado y la precisión de la argumentación de 1 Pedro revela una mente cuidadosamente entrenada.

[6] BAGD (2021), 530-32.

[7] La definición de creencia es propiamente la declaración o afirmación de que una proposición es verdadera.

[8] Esta expresión aplica cuando el Cuerpo Gobernante establece una doctrina, enseñanza o algún nuevo entendimiento. No aplica en cuestiones organizacionales. Irónicamente, los “nuevos entendimientos” son el resultado del pensamiento crítico de varios de nuestros hermanos. Soy de los que piensan que el espíritu santo fluye única y conjuntamente con la racionalidad y honestidad. Por consiguiente, gracias al estudio crítico se clarifican o se ajustan entendimientos/conclusiones. 

Comentarios

  1. Muy buena exposición de lo que debemos entender lo intelectual... de rehacer nuestra mente.

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